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Quince años después, quedó cerrado el caso Fraticelli

La Justicia ratificó la absolución de Carlos Fraticelli, el padre de la joven que había sido encontrada muerta en su dormitorio en Rufino; la madre de la chica se suicidó en 2012.

02/03/2015

El llamado caso Fraticelli, que se inició el sábado 20 de mayo de 2000, en horas de la madrugada, cuando Natalia Fraticelli, la adolescente hija del entonces juez de Rufino, fue encontrada muerta en su dormitorio, llegó a su fin y con un resultado esperado por muchos. La Corte Suprema de Justicia de esta provincia ratificó la absolución de Carlos Fraticelli luego de declarar inadmisible un recurso de inconstitucionalidad presentado por el fiscal de cámara de Venado Tuerto, Fernando Palmolelli.

En noviembre del 2009 la Cámara de Apelaciones en lo Penal de esa ciudad del sur santafesino revocó la condena contra Carlos Fraticcelli y Graciela Diesser, quien se suicidó en abril de 2012. Al plantear el recurso, el fiscal sostuvo que la sentencia cuestionada resulta arbitraria tanto normativa como fácticamente.

La Corte afirmó que la falta de certeza sobre la acusación a Fraticcelli hace imposible destruir la situación de inocencia. Y agregó que a pesar de los catorce años transcurridos desde la muerte de Natalia Fraticcelli, no existió otra hipótesis incriminatoria de la Fiscalía.

El alto tribunal sostuvo que "un procedimiento que se ha prolongado durante más de catorce años, excede todo parámetro razonable, dilatando el estado de indefinición en el que se ha mantenido a los imputados en violación de su derecho constitucional a obtener un pronunciamiento judicial en un plazo razonable", con lo cual quedó firme el fallo que lo absolvió por la muerte de su hija Natalia.

EL CASO QUE CONMOVIÓ AL PAÍS

A las 8 de la mañana del 20 de mayo de 2000, Natalia fue encontrada en su cama, recostada, muerta y con una bolsa de nylon en la cabeza. El primer especialista que analizó el cadáver -el Dr. Ulises Cardozo- concluyó con que se había tratado de un suicidio por la ingesta de psicofármacos. Sin embargo, los encargados de realizar la autopsia determinaron que, en realidad, a la adolescente la habían matado por estrangulamiento.

Las pericias médicas y científicas que se realizaron resultaron contradictorias. El abogado de Fraticelli, Carlos Edward dijo que el ex juez era "totalmente inocente", y que no hubo "causa violenta" en la muerte de su hija. Una vez más, remarcó que la muerte de la adolescente "se debió a la ingesta de un medicamento que tomó la menor como una acción suicida". La chica sufría retraso mental. Fraticelli y su esposa siempre sostuvieron la versión de que su hija se suicidó.

Pero el mayor impacto de la causa se observó en la justicia penal santafecina. Fue en 2009, cuando la Corte Suprema de Justicia de la Nación ordenó revisar las condenas por considerar que el sistema penal santafesino no garantizaba la imparcialidad de los jueces intervinientes.

El caso Fraticelli le valió a la provincia una fuerte advertencia de parte de la Corte nacional y por entonces obligó a la Corte santafesina a dictar una acordada de emergencia para que las causas rotaran entre las distintas salas de las Cámara de Apelaciones, de manera que los mismos jueces que evaluaban los procesamientos, no fueran los encargados de confirmar las condenas.

Los argumentos de la Corte nacional fueron simples: dos de los tres jueces integrantes de la Cámara Penal de Venado Tuerto, que suscribieron el voto mayoritario a favor de la condena, eran los mismos que habían confirmado el procesamiento y la prisión preventiva de los imputados, por lo que no se podían considerar aseguradas las garantías constitucionales de imparcialidad.

A partir de ese momento comenzó una gran transformación en la justicia penal. El 10 de febrero de 2014 entró en plena vigencia el nuevo Código Procesal Penal.

Hoy, Fraticelli tiene una nueva vida. Tiene pareja, es docente titularizado en un secundario de Rufino. Allí suele recibir la visita de su hijo Franco, quien reside en Rafaela.

Fuente: diario La Nación.