Santiago del Estero, Viernes 19
Abril de 2024
X
Espectaculos

Macarena Lemos: "Me caen mal la Salazar, Granata y Wanda"

La rubia se despachó con todo contra varias de sus colegas.

07/09/2015

Si hay algo que Macarena Lemos tiene muy claro es que ya no quiere que la identifiquen con la imagen de dulce adolescente que tanto le rindió en su carrera de modelo. A los veinticuatro años recién cumplidos, esta rosarina asegura que está lista para pegar el salto y mostrarse más. “Quiero clavarme una tanga y que digan: `Qué buena que está´”, dice, muy convencida (y convincente). Este verano, la rubia aprobó su primer desafío: debutó en las tablas e hizo temporada en Mar del Plata con la comedia Cuatro colas y un funeral. Fue el primer paso para lograr el éxito tan deseado, que, en un hipotético escenario soñado, seguiría, para ella, de la siguiente manera: “Primero quisiera hacer teatro de revista con Carmen Barbieri y Nito Artaza. Y, después, un Bailando”. Pasaron diez años de su primera producción de fotos para la revista Gente, en la que Macarena contó lo que le daría notoriedad en el medio: haber conocido a Lionel Messi y haberlo invitado a su cumpleaños de quince (algo que no pudo concretarse). Y de su iniciación en el mundo del modelaje, que llegó de la mano del concurso Miss Showmatch, al que se presentó impulsada por su padre. “Mi papá me tuvo mucha fe. Yo era rubiecita, de ojitos claros, estaba pegando lomo… Cuando una viene del interior y de repente va a un desfile, que esté Ingrid Grudke es como estar en Disney”, cuenta. Pero todo podría haber sido muy diferente si Macarena hubiera seguido su vocación de chica… ¿Médica? ¿Abogada? No… ¡policía! “No sé qué flasheé, quería meter a todos presos, defender al pueblo, ser como Evita”, dice.

–Decís que sos una chica intensa, frontal.

–Cuando era chiquita, a los trece, catorce años, era re malvada: me agarraba de los pelos con las chicas. Porque yo soy o blanco o negro: soy re buena mina, pero si me buscás, soy lo peor. Claro que cuando me vine para Buenos Aires y tuve que cambiar mi vida, me hice más comprensiva. Acá jamás me agarré a las piñas con nadie.

–A pesar de que tuviste que aguantarte algunas situaciones agresivas…

–Sí. Cuando entré al medio me tuve que aguantar que la mamá de Messi me dijera de todo, una vez, en Rosario. En ese momento habían saltado todas, como la Salazar o Andrea Rincón, a decir que habían estado con Lionel. Y yo, que sólo había contado que lo había conocido, ligué los insultos por todas. Hablé con mi abogado y mandamos una carta. La última fue este verano, cuando la Ritó me metió en un escándalo y dijo que con Sabrina Ravelli éramos gatos. Yo no entendía nada, no sabía por dónde empezar, si por aclarar todo o por ir a buscarla. Decí que mi ex pareja me creyó a mí. Jamás tuve un conflicto o un puterío con nadie. Y yo tengo cara de buena, soy súper amable, pero si me atacás, me salta el indio.

–Estás preparada para saltar, en todo sentido.

–Y, yo pienso que sí. Creo que tengo que empezar a contestar y mostrar un poquito más el cuerpo. Ya dejé de ser esa teenager que se mostraba en vedetina y ahora, que tengo 24, tengo que mostrar un poco más.

–Ya te mostraste sin ropa…

–Sí, pero hice desnudos cuidados, artísticos. Les dije: “No me pongo en cuatro ni abro las piernas”. Me quiero poner todo el brillo y las plumas, que digan: “¡Faa, qué buena que está!”.

–Estás de novia con Matías Morla, el abogado de Maradona. ¿Desde cuándo?

–Sí, hace dos meses que estoy de novia con sello y con marca registrada. El es un abogado famoso y exitoso, y en este momento está afrontando temas bastante más importantes que los que yo puedo tener en mi mente. Estamos bien, como yo soy muy tranquila no lo ando botoneando por todos lados, prefiero mantenerme al margen de este tema.

–¿Y cómo sos a la hora del amor?

–Yo pienso que soy 50 por ciento mujer, 50 por ciento teenager. Supongo que iré madurando con el tiempo. Jamás me consideré una experta en el amor. No he tenido muchas relaciones como para tener tanta experiencia. Hay muchas cosas que todavía tengo que aprender…

–¿Tenés referentes en el medio?

–Soy fanática de Yanina Latorre. Me copa mal, porque es una mina que va de frente y le chupa un huevo todo. No es como Luciana Salazar, que nunca dice ni sí ni no. Me gusta su actitud, y creo que en algún punto soy así con mi pareja, con mi familia, con mis amigos: bastante concreta. Otro que me encanta es Baby Etchecopar: es muy barrio para hablar y preguntar, no te sanatea nada. En las entrevistas hace las preguntas que haría la gente. ¡Y admiro el cuerpo de la Guercio! Me encanta mal, aunque tenga como cuarenta años. Ella es la típica mujer argentina.

–¿Y a quién no te bancás?

–Salazar no es ni fu ni fa. Me choca mucho Amalia Granata, aunque sea de Rosario como yo. Tiene una actitud bastante engreída. ¡O Wanda Nara! Hay muchas que quisieran ser como ella, pero no hace falta ser Wanda para tener una colección de carteras o para viajar en primera clase. ¡Ese es pensamiento de vagas! Hay muchas… Si seguimos, ¡te voy a decir que no me banco a ninguna! (risas).