El mediocampista hizo ejercicios junto a los lesionados del plantel, Ángel di María, Nicolás Gaitán y Marcos Rojo, pero no corre riesgo de jugar ante Chile.
Faltan 48 horas para la gran final de la Copa América Centenario. La revancha ante Chile. Y en el último entrenamiento fuerte de Argentina (el sábado será un reconocimiento del estadio muy tranquilo), la novedad desde el predio pegado al MetLife Stadium de Nueva Jersey es que Éver Banega se movió diferenciado.
El mediocampista, de gran rendimiento en el torneo, practicó junto al resto de los lesionados del equipo (Ángel di María, Nicolás Gaitán y Marcos Rojo) pero por simple precaución, ya que arrastra una fatiga muscular que no le impedirá estar el domingo en el choque por el título ante la Roja.
Entonces, las dudas de Gerardo Martino para el once titular siguen siendo dos: si Rojo estará en la defensa o no (su lugar en el lateral lo ocuparía Ramiro Funes Mori y Víctor Cuesta entraría como central), y quién irá por izquierda, arriba. En el cuerpo técnico esperan por Di María para ése lugar -se recupera de un desgarro-, pero la opción es Erik Lamela. Gaitán, por su parte, corre de atrás y es el que menos chances tiene, con Javier Pastore descartado y Ezequiel Lavezzi recién operado de su fractura de codo izquierdo.
Por lo tanto, el domingo Argentina formaría con: Romero; Mercado, Otamendi, Funes Mori/Cuesta, Rojo/Funes Mori; Biglia, Mascherano, Banega; Messi, Higuaín y Di María/Lamela.