Marikena sufrió un grave accidente meses atrás y sin embargo pudo dar a la luz. Una historia única en el mundo donde madre e hija lograron sobrevivir.
Marikena Martínez es una joven de La Banda que, meses atrás, sufrió un grave accidente en moto y quedó en estado de coma. Nadie sabía que estaba embarazada, pero a pesar de todo logró dar a la luz y nació su beba "Vasti", la "hija del milagro". Una historia única en el mundo en donde madre e hija lograron sobrevivir.
La abuela de Marikena, Soraya Barbero, charló con Noticiero 7 y contó cómo fue toda esa dura experiencia que terminó con final feliz. Su hija y su nieta ahora comenzaron a transitar un nuevo capítulo junto a su familia y en su barrio, después de ocho meses de internación en Mar del Plata, en uno de los mejores centros de rehabilitación del país.
"Fue pelearla día a día, con la controversia de todo: de la fiebre, de las afecciones", dice Soraya mientras le da la mamadera a "Vasti", que descansa en su brazos.
La mamá de Marikena destaca la "impresionante" ayuda que recibió de familiares, amigos, médicos, psicólogos y muchísima gente. "Fueron incondicionales".
Un momento clave en esta historia fue cuando la familia de la joven se enteró que estaba embarazada. En ese entonces, Soraya confiesa que se dijo así misma: "Dios dirá cómo sigue el embarazo", y agrega: "Nunca se me ocurrió el aborto, nunca se me ocurrió más que cuidar la salud de Marikena y que ella salga adelante".
Una vez que nació "Vasti", ella tuvo que ser trasladada a un centro de rehabilitación en Mar del Plata. "Para su nutrición le dieron 4.500 calorías diarias", sostiene la abuela.
"La morfina que se le ponía a Marikena cada tres horas también la soportó la criatura. Todas las drogas que se les ponía, las soportó la bebé", dice Soraya, al tiempo que los recuerdos la movilizan.
Y sigue: "Las dos se aferraron tanto a la vida, que la bebé está sana. Nunca un resfrío, nada".
El día del milagro
"Cuando dio a luz, Marikena estaba con traqueotomía porque temían que ella tenga una mala reacción con la anestesia. Al entrar al quirófano, era el miedo de que volviera a pasarle algo neurológicamente. Ella estaba en coma 'en vigilia', es estar despierto pero inconsciente", cuenta.
Y añade: "Empezó a tener una mínima consciencia una vez que tuvo a la bebé, ahí empezó a evolucionar y tener contacto con la bebé".
Soraya emociona. Sus ojos brillan cuando brinda detalles de cómo fue vivir todo aquello. Su fortaleza y su amor por sus chicas conmueve.
"Fueron muchos meses de lucha. Era despertar y pedirle a Dios fuerzas para seguir y no aflojar", asegura, y deja un claro mensaje: "Todo es posible con amor, ganas y voluntad. La ciencia dice que no existen los milagros, pero yo les puedo decir que sí".