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Revista

¿Las frutas engordan al ingerirlas después de almorzar o cenar?

El objetivo de esta nota es conocer las verdades y derribar las falsas creencias.

26/07/2016

Las frutas frescas son un excelente recurso que debe estar presente en la dieta diaria. De diferentes colores, en estado natural, sin aditivos ni conservantes, con sus pulpas o con sus cáscaras bien lavadas, lo que proporcionará mayores beneficios a la salud y saciedad para aquellos que requieren adelgazar.

Existen teorías sobre que la fruta engorda o fermenta la comida si la consumimos luego de las comidas. La sugerencia es que se ingieran alejadas, con el estómago vacío. Esto solo es un mito. El objetivo de esta nota es conocer las verdades y derribar las falsas creencias.

Para adelgazar no es cuestión de contar calorías. Se debe aprender sobre la elección correcta de los alimentos y de las formas de preparación para prolongar la saciedad.

No existe evidencia científica que avale el concepto que se debe ingerir la fruta lejos de las comidas con el estómago vacío si se necesita adelgazar.

Quienes siguen esta teoría divulgan que al consumirla de esta manera, va directamente al duodeno y no hay posibilidad de fermentaciones intestinales. Asimismo, sostienen que pueden existir fermentaciones cuando la fruta es incluida luego de una comida copiosa, por la presencia de azúcar en la fruta originando un efecto similar al que produce el vino, o luego del consumo de verduras fermentativas como los colex, repollo, etc.

La realidad es que no existen estudios científicos que confirmen esta teoría. El cuerpo es capaz de producir enzimas digestivas para asimilar las proteínas, las grasas y los hidratos de carbono al mismo tiempo. Esto significa que podemos consumir alimentos con diferentes nutrientes a la vez o sucesivamente.

Además, el estómago alberga una gran cantidad de ácido clorhídrico, lugar poco probable de ocasionar fermentación, en donde las bacterias presentes no duran mucho tiempo.

En casos de patologías como úlcera, gastritis, distensión abdominal, etc. ahí, sí será necesario consumirlas alejadas, en forma de purés, o en compota o al horno, cuyo propósito es que sean fácilmente digeribles.

Las frutas son sanas en todos los momentos en que sean ingeridas, antes, durante, después, como colaciones. En 100 gramos de frutas tenemos entre 14 calorías (limón) a 150 calorías (palta). Lo ideal es elegirlas de acuerdo a la saciedad que produzcan luego de ser ingeridas y no fijarse en la cantidad de calorías.

Existen muchos mitos sobre el aporte energético de algunas frutas que casi no se incluyen por conceptos equivocados. Es el caso de la palta, de la banana, de las uvas, de los higos.

Cada 100 gramos de fruta: 150 calorías la palta, 85 la banana, 0 las uvas bordoñas, 65 calorías dos higos. De acuerdo a esto último: ¿Por qué no incluir esta fruta rica y sana, que presenta fibra y con vitaminas otorgando saciedad?

Si comparamos, una manzana de 150 gramos nos aporta 80 calorías; y una banana de 100 gramos, 85. Podemos comprobar que en aproximadamente cantidades iguales de calorías, vamos a tener mayor saciedad si elegimos la banana no madura. Otras frutas a considerar por su valor de saciedad: las frutillas, las cerezas. Con el resto de las frutas lograremos mayor saciedad si las consumimos con su cáscara y/o pulpa y no en jugos.

Si comparamos la ingesta de una manzana con cáscara y otra en puré, tendremos igual aporte energético. La diferencia radica en la saciedad. La primera opción (con su cáscara), va a ocasionar mayor permanencia gástrica (más saciedad) por la presencia de fibra que cuando es ingerida en puré o en otras preparaciones blandas. Cuando son de consistencia blanda, de fácil digestión, dejará tu estómago rápidamente y tendrás más apetito.

La fruta es un alimento rico en agua, fibra, vitaminas, minerales, antioxidantes, que garantiza una alimentación saludable en cualquier momento del día, sola o acompañada: no produce ninguna fermentación cuando no existen patologías digestivas.

Ningún alimento adelgaza por sí solo. No digamos que las frutas adelgazan, sí estemos seguros que pueden ayudar en el proceso si las elegimos bien.

Fuente: Clarín