Estas afecciones son causantes de alrededor de 17 millones de muertes en el mundo.
Las enfermedades cardiovasculares son más frecuentes de lo que se cree. La padece una de cada tres personas y son la primera causa de muerte en el mundo. De hecho, se estima que alrededor de 17 millones de personas fallecen por año por este problema, lo que representa un tercio de la población global.
Por eso, en el Día Mundial del Corazón, nada mejor que tomar conciencia sobre la importancia de la prevención. En ese marco, varias organizaciones reconocidas llevan a cabo acciones importantes para la población.
Sin ir más lejos, la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC) y la Fundación Cardiológica Argentina (FCA) se suman a la iniciativa 25x25 que propone la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Federación Mundial del Corazón (World Heart Federation -WHF) para reducir un 25% la mortalidad prematura por enfermedades cardiovasculares para el año 2025.
Para completar esa meta, es importante hacer foco en cada factor de riesgo, como por ejemplo:
- Hipertensión. La hipertensión no controlada aumentó de 600 millones a mil millones de personas, entre 1980 y 2008.
- Obesidad infantil. La padece 1 de cada 10 niños en edad escolar. 42 millones se encuentran por debajo de los 5 años.
- Tabaquismo. Actualmente, existen 1000 millones de fumadores en el mundo.
- Diabetes. Han aumentado los casos más del 50% en los últimos diez años, sobre todo en los países de Europa.
- Actividad física. A nivel mundial, en el año 2010 se registró que el 23% de los adultos realizan insuficiente actividad física.
"Cuantos más factores de riesgo existan en los hábitos de una persona, mayores probabilidades de padecer una enfermedad del corazón. El control, mediante cambios en el estilo de vida y/o medicación, puede reducir el riesgo cardiovascular", precisó el Dr. Jorge Tartaglione, miembro titular de la Sociedad Argentina de Cardiología.
Por eso, nada mejor que empezar a cuidarse desde ahora. Reducir la sal, hacer ejercicio, no fumar y realizarse chequeos periódicos pueden ser decisivos para cuidar ese órgano tan preciado, como es el corazón.