La trasplantaron con éxito de riñón e hígado, y aunque tuvo una complicación en relación con éste último, su familia no pierde las fuerzas y las esperanzas de traerla de nuevo a casa.
El pasado 17 de noviembre Pía Martina Andrada entró al quirófano en dos oportunidades para recibir el trasplante de hígado y de riñón. Fue un día largo, pero grato, ya que la doble operación fue todo un éxito.
Sin embargo, los médicos habían advertido a Analía y a Martín (sus papás) que existía la posibilidad de que surjan complicaciones, ya que había sido una intervención complicada, y que las primeras horas iban a ser claves en la recuperación de Martina. Por fortuna, la pequeña de seis años demostró sus ganas de vivir sana y crecer feliz al mostrar importantes signos de buena evolución.
Todo era cuestión de esperar. “Los médicos dicen que pareciera que los órganos la estaban esperando a ella”, sostiene su tía al comentar la grata recuperación de su sobrina, quien día a día se mostraba mejor y con más avances en su salud. Sin embargo, una tarde algo comenzó a funcionar mal.
Su hígado tuvo una pequeña complicación que le estaba provocando una bilirrubina alta, lo cual comenzó a preocupar a los médicos y a su familia. Es así que la pequeña leona volvió al quirófano, donde le colocaron un catéter y dos vías más para corregir la unión de unos vasitos para corregir el problema. Una vez más, Martina mostró sus garras y se aferró a la vida.
Hoy la niña está mejor, acompañada incondicionalmente de su mamá, quien no salió del hospital Garrahan desde que ingresó hace casi un mes de la mano de su hija. Su papá está trabajando en un restaurante de la zona y cuida a su otra hija, hermanita de Marti. El apoyo de la familia y de la gente que los quiere ha sido fundamental para contener los ánimos y reponer las fuerzas necesarias para afrontar tal situación.
Mientras tanto, en sala común y día a día mejorando un poquito más, Martina continúa demostrando sus ganas de volver a su casa en el barrio Siglo XXI de la ciudad Capital, para jugar con sus primas y continuar su vida, como gran luchadora que ha demostrado ser.