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Revista

La curiosa historia del popular "cosito de la pizza"

Fue inventado por una mujer y patentado en 1985.

cosito de la pizza
07/12/2016

Millones de personas cada día logran almorzar o cenar gracias a él. Cuando llega la pizza, los comensales se abalanzan sobre la caja para conseguir una porción, y se olvidan del objeto que permite que esa pizza haya sobrevivido todo el camino desde el horno hasta el domicilio.

Hablamos del célebre guarzapizza (o 'cosito de la pizza'), un dispositivo plástico de tres patas, que acompaña cada grande de muzzarella, que más allá de su sencillez aparente guarda una historia de más de tres décadas. Un recorrido que se inició en Estados Unidos hace más de treinta años y hoy es una pieza clave del delivery de pizzas alrededor del mundo.

 Su inventora fue una mujer llamada Carmela Vitale que vivía en Dix Hills, una pintoresca localidad ubicada en Long Island, Nueva York, donde, entre otros, vivió el célebre saxofonista John Coltrane.

Según los registros, Vitale diseñó este dispositivo, al que llamó 'Package saver' (algo así como 'Protector de paquete') y presentó su solicitud de patente el 10 de febrero de 1983. Allí, describe a su invención como un "dispositivo plástico moldeado y resistente a la temperatura para ser utilizado en cajas o paquetes como las cajas de pizza " cuyas tapas suelen tener la tendencia a hundirse y dañar el producto.

La solución ideada por Vitale, que aún hoy se utiliza en todo el mundo, fue colocar este sostén en el centro de la caja "para sostener la tapa de la caja y proteger los contenidos". Como iba a ser utilizada con productos calientes, su propuesta comprendió la utilización de materiales plásticos que resistieran hasta los 260 grados centígrados (500 °F).

 A su vez, la inventora presentó diseños y esquemas, que explicaban cómo debía ser fabricado el dispositivo y su colocación exacta dentro de una caja de pizza.

 Finalmente, el 12 de febrero de 1985, a dos años de su presentación, las autoridades de los Estados Unidos concedieron la titularidad de la patente a Vitale, que se publicó oficialmente con el número US 4.498.586.

Más allá de ser la inventora de una pieza que hoy aprovechan millones de personas, poco se conoce sobre la vida de Carmela Vitale y su actividad profesional más allá de esta anécdota. En 2014, el sitio Booyorkcity, especializado en historias y la vida cultural de Nueva York, realizó un exhaustivo rastreo por Dix Hills intentando contactar a ella o algún integrante de su familia, pero no tuvo éxito. Su testimonio todavía falta, pero cada pizza que llega con el delivery mantiene vivo su legado.