Así lo aseguró Virginia Gallardo y contó que apuesta a crecer y que esquiva miradas prejuiciosas sobre la comedia. "El humor te permite muchas cosas, se puede exponer el cuerpo y hacer reír con situaciones desde lo picaresco, no desde el morbo. A mi no me jode, lo disfruto”, dijo la actriz que brilla en "Sálvese quien pueda".
Oriunda de Corrientes, Virginia Gallardo es una de las vedettes con más crecimiento. Desde su paso por el “Bailando por un sueño” no paró de buscar y encontrar nuevos desafíos para su carrera mediática. Hoy más inclinada hacia el humor, pero sin dejar de aprovechar la belleza que la llevó a las portadas de las principales revistas, brilla en “Sálvese quien pueda”, la obra teatral que protagoniza junto a Florencia de la V, Federico Bal, Ailén Bechara, Emilio Disi, Osvaldo Laport, Sebastián Almada y Macarena Rinaldi, en la temporada de verano de Villa Carlos Paz. Contó cómo encara este proyecto. “Soy fanática del teatro, más de lo normal. Para mí es un placer porque más allá de que vengo a trabajar y cumplir horarios lo disfruto un montón y trato de sacar provecho siempre. Carlos Paz tiene unos paisajes hermosos, su gente es siempre muy cálida y ni hablar del elenco con el cual trabajo este año. Son personas talentosísimas, de mucha trayectoria y a quienes admiro profundamente”, confesó. Además enfatizó en la importancia de obtener experiencia y el mayor conocimiento posible. “Esto me da la oportunidad de seguir creciendo y aprender de gente que realmente sabe. Sobre todo porque hace años que hago comedia y todos mis compañeros le aportan su experiencia, lo que lo hace increíble”, dijo.
La situación económica del país afectó de forma directa a los rubros que tienen que ver con el entretenimiento y el placer. Las boleterías, en general, han disminuido de manera notable sus ingresos. En este sentido, Gallardo analizó: “Soy un bicho raro, no te voy a mentir. Uno vive de eso y tener una sala llena es importante. Más allá de lo que significa en dinero tiene más que ver con que nuestro trabajo guste. Nuestro objetivo es hacer reír a la gente, no es lo mismo un teatro lleno que uno vacío pero me conforma saber que el producto es bueno y que lo que estoy haciendo me gusta. Después todo el resto viene solo. Independientemente, entiendo la situación económica de mucha gente que, tal vez, no es que no quiera vernos sino que realmente no puede hacerlo”. Exceptuando el factor monetario auguró: “Creo que va ser una linda temporada. Deseo que nos vaya muy bien y también a todos nuestros compañeros”.
Gajes del oficio
“Sálvese quien pueda” estrenó sobre las tablas del teatro Del Sol II, el viernes 23 de diciembre, fecha muy cercana a las fiestas de Navidad y Año Nuevo, por lo que muchos de los famosos levantaron sus copas lejos de sus seres queridos. En este aspecto, Virginia aseguró: “Nosotros nos acostumbramos a no tener feriados, fines de semana, etc. También mi familia lo entendió, por eso tratamos de disfrutar siempre, en cualquier momento que se pueda, más allá de una fecha determinada. El trabajo que elegí implica, a veces, no estar en las fiestas, en los cumpleaños, no solo míos sino también de mis seres queridos. Por suerte mi novio, que también trabaja acá en temporada, me acompaña. En otras oportunidades, en las que estuve sola, nos juntamos con otros compañeros. Todos estamos en la misma situación así que nos reunimos, brindamos y la pasamos lo mejor posible”.
Por otra parte, la correntina coronó el año en la comedia con su participación en el histórico programa ideado por Gerardo Sofovich. “Cerramos el año con ´Polémica en el Bar´ y sólo tengo palabras de agradecimiento para Gustavo Sofovich, que así como su papá en su momento, apostó mi”, inició. Luego, sobre su rol de mujer fatal, analizó: “A veces está mal visto el lugar que tuve. Dicen que nos tratan como objeto pero todo es subjetivo. Creo que más allá del cuerpo que podamos tener hay algo más. El programa significó para mí el cierre de un año maravilloso que arranqué con ´El champán las pone mimosas´ y terminé con este ciclo que ha quedado en la historia de la televisión”. Al mismo tiempo, la actriz rescató: “No puedo dejar de destacar la generosidad de Mariano Iúdica y, sobre todo, de Miguel Ángel Rodríguez, que me dio toda la libertad para que yo hiciera lo que me gusta y me ayudó en todo. Fue un gran privilegio trabajar con él. Mi balance anual en la comedia, que es un medio difícil para una mujer, es maravilloso”. Al ser consultada sobre los motivos de dicha afirmación explicó que “me parece que la comedia en sí es un mundo muy machista. No desde el machismo para con nosotras sino en general. La mayoría de los humoristas son hombres. Es un camino que cuesta, pero que me gustaría seguir transitando”.
Me gusta ser mujer
No se puede negar que Virginia Gallardo es una chica de curvas imponentes y de una sensualidad y picardía que la ayudan a sobresalir en cualquier ámbito. Consciente de ello, la rubia dijo: “Tiene que ver con un todo. El cuerpo es muy importante, le dedico tiempo, pero tiene que haber algo más. Si fuera sólo por ser linda y tener un buen cuerpo habría millones de mujeres en el espectáculo. La realidad es que yo trato de demostrar que más allá del físico hay una parte actoral que en nuestro caso es muy difícil que te lo admitan, o que te lo valoren mejor dicho. Desde ese lugar uno tiene que dejar algo más. Creo que lo pude demostrar en ´Polémica en el bar´ con cada personaje”. El tipo de humor del que es parte es muy criticado por parte de la sociedad que lo califica como burdo, de mal gusto y hasta pasado de época. Sobre esto, Gallardo opinó: “Yo no reniego de eso, tengo una escuela que fue muy señalada pero yo la reivindico y la valoro. Cuando veía ´Rompeportones´ yo aspiraba a ser esa clase de mujer. Poder exponer el cuerpo pero también tener algo más. No me quiero tapar toda y mostrar: ´mirá qué bien actúo´, no, lejos de eso. Es un estilo, pero es el que yo elegí y tan mal no me va”. Luego agregó tajante: “No me sentí nunca un objeto. El humor te permite muchas cosas, se puede exponer el cuerpo y hacer reír con situaciones desde lo picaresco, no desde el morbo. A mi no me jode, lo disfruto”.
Nace una humorista
Lejos quedó aquella bomba mediática que estuvo en boca de todos. Hoy con un perfil más bajo, pero no menos importante, Virginia Gallardo se instaló en la comedia a la que definió como un “medio difícil para una mujer”. Sin embargo, gracias a su carisma e innegable sensualidad se ha ganado un lugar importante, ya no como mujer fatal sino como una naciente humorista con un condimento especial, su voluptuoso cuerpo. Consciente de las herramientas con las que cuenta para destacarse, brilló en “Polémica en el bar” con la interpretación de numerosos personajes. Al repasarlos, Gallardo afirmó: “Todos han sido importantes. El de Marilyn Monroe, por ejemplo, me gustó mucho por todo lo que ella representa en el mundo artístico y lo que significó en mi vida. También disfruté cuando hice de profesora de piano porque pude mostrar otra parte de mí que mucha gente no conocía”. Caperucita Roja, Gatúbela, una bailarina clásica, Vilma Picapiedra y una psicóloga fueron otras de las tantas personificaciones que llevó a acabo durante el ciclo que finalizó con su casamiento con Minguito, quien la cortejó durante todo el año y con quien mantuvo una inocente historia de amor en cada sketch.
El suceso de la temporada
En “Sálvese quien pueda” Virginia interpreta a una periodista que va en busca de una primicia a cualquier precio. Así queda envuelta en un divertido caos general dentro de una clínica estética con una dueña muy particular, interpretada por Flor de la V, y su asistente Sebastián Almada. Al lugar llegan Emilio Disi, un mafioso italiano que necesita operarse el rostro para cambiar su identidad; Osvaldo Laport, un juez que viene de incógnito para someterse a una lipoaspiración, y Federico Bal, audaz ladrón que busca refugio tras asaltar una joyería. También participan Ailén Bechara, la sensual enfermera, y Macarena Rinaldi, una paciente que termina siendo víctima de las confusiones. Por una circunstancia inesperada, todos quedan encerrados en la clínica y deben superar numerosos enredos y confusiones para evitar que sus secretos queden al descubierto. La obra estrenó el pasado 23 de diciembre con gran aceptación del público que no paró de reir a carcajadas durante toda la función.