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El “hombre árbol” vuelve a usar sus manos

Fue después de 16 operaciones. Padece una extraña enfermedad genética que provoca el crecimiento de deformaciones en la piel.

09/01/2017

A Abul Bajandar le conocen como el 'hombre árbol': sus manos y sus pies estaban plagados de verrugas con forma de corteza de árbol. El joven, nacido hace 27 años en Bangladesh, padece una epidermodisplasia verruciforme, una extraña enfermedad genética que provoca el crecimiento de deformaciones en la piel.

Ahora, después de 16 operaciones, ha conseguido recuperar la movilidad de sus manos y dedos. Bajandar comenzó a tener estas verrugas durante la adolescencia. Poco a poco su vida se fue haciendo más complicada y al final acabó incapacitado por completo: tuvo que dejar su empleo como taxista -el único sueldo que, junto al de su padre, mantenía a la familia- y mendigar para poder recibir tratamiento.

El joven probó la homeopatía sin resultado, así que con el poco dinero que pudo reunir viajó a la India para probar un tratamiento durante varios meses. Un nuevo fracaso.

Desesperado, intentó cortarse las verrugas, pero el dolor era insoportable y desistió. Los médicos le dijeron que el único remedio sería la cirugía; sin embargo, los ahorros que tenía estaban lejos de poder cubrir los gastos mínimos.

Tras meses de sufrimiento, los medios de comunicación se hicieron eco del peculiar caso del joven, lo que generó una gran presión mediática para el Gobierno de Bangladesh, que acabó asumiendo el tratamiento necesario para su recuperación.

Tras el éxito de las primeras intervenciones, el paciente declaró: "Poco a poco vuelvo a recordar las sensaciones que tenía antes de los 15 años. ¡He sufrido tanto! Había gente que me evitaba, tenía muchos dolores... echaba de menos todo. Desde comer por mi cuenta hasta jugar con mi hija, abrazarla".

Después de años de operaciones, el hospital de Dacca ha conseguido extraerle más de 5 kg. de este peculiar tejido de sus manos y pies. El centro trabaja ahora en cooperación con médicos estadounidenses para estudiar el ADN de Bajandar y de varios familiares para averiguar si es posible que las protuberancias vuelvan a crecer.

Teóricamente, la enfermedad es incurable, pero si las verrugas cesan, podría convertirse en el primer caso del mundo que se recupera de esta enfermedad.

Hoy el joven está contento de poder abrazar a su hija y se muestra esperanzado de cara al futuro.

Dice que pretende montar una pequeña empresa con las donaciones que ha recibido durante estos años y seguir adelante con su vida junto a su mujer y su hija.