Conocido como Poshybrid en el mundo de los streamers de juegos, dijo que se iba a fumar y no regresó.
Brian Vigneault, casado y con tres hijos, era muy famoso en el mundo de los streamers. ¿Y qué corno es un streamer preguntarán muchos? Son aquellos que se pasan horas sentados ante sus computadoras, compartiendo su habitación y la pantalla de su PC. Algunos pasan ocho horas al día, como si fuera una jornada laboral. Y están los que ganan miles de dólares al mes. Como era el caso de Vigneault.
Su portal de preferencia (como el de muchos de ellos) es Twitch. La tarea del streamer empieza jugando algún videojuego y al mismo tiempo respondiendo constantemente a la gente que le deja comentarios en el chat en vivo. Los que ven al streamer deben suscribirse a su canal pagando mensualmente.
Es fácil encontrar un patrón común entre los streamers más famosos: marcan en sus perfiles el horario de sus retransmisiones junto con los enlaces para suscribirse o enviar donaciones.
Esa era la vida de Vigneault, más conocido como Poshybrid, que falleció tras una retransmisión de 22 horas seguidas justamente en la red de videojuegos Twitch. Los espectadores se preocuparon cuando el hombre, de 35 años, no regresó a su webcam tras anunciar que se ausentaba para ir a buscar un cigarrillo. No lo volvieron a ver.
El estadounidense se ausentó de la pantallla a las 3.30 de la madrugada y a las 11 los moderadores y espectadores de la sesión (que tenía motivos benéficos) creyeron que se había ido a dormir. Pero les extrañó que había dejado varias conversaciones pendientes.
Horas después, un amigo vio que Poshybrid estaba en línea e intentó comunicarse con él, pero la persona conectada era un detective del departamento de Policía de Virginia que le comunicó que Vigneault había fallecido.