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Siria: al menos 33 muertos en un ataque aéreo lanzado presuntamente por EEUU

El bombardeo golpeó a un campo de desplazados en la norteña provincia de Al Raqqa, zona bajo el control del grupo Estados Islámico.

23/03/2017

La guerra siria se ensañó hoy otra vez con los civiles cuando un bombardeo aéreo, presuntamente lanzado por Estados Unidos, golpeó un campo de desplazados y mató al menos 33 personas en la norteña provincia de Al Raqqa, una zona bajo el control del grupo extremista Estado Islámico (EI).

"Confirmamos que 33 personas murieron. Se trata de desplazados de Al Raqqa, Alepo y Homs", informó en un escueto comunicado el director del opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos, Rami Abdel Rahman, una organización pro opositora con sede en Londres que, además, responsabilizó del bombardeo a la coalición internacional que lidera Estados Unidos.

La agencia de noticias estatal Sana informó, por su parte, que un ataque aéreo estadounidense golpeó un colegio que era utilizado para refugiar a civiles desplazados y dejó varios muertos y heridos, según reprodujo la agencia de noticias EFE.

El Observatorio agregó que en el colegio se refugiaban unas 40 familias de desplazados originarias de otras áreas de Al Raqqa y de las provincias de Homs, en el centro del país, y Alepo, en el noroeste.

Sin confirmar su autoría, el Mando Central estadounidense, conocido militarmente como Centcom y el responsable de coordinar la ofensiva aérea contra el EI en Irak y en Siria, informó hoy sobre varios bombardeos aéreos -al menos 19, según informó- entre el día de ayer y el de hoy "cerca de Al Raqqa".

El Centcom no quiso confirmar en su parte diario las acusaciones, pero sí detalló que la ofensiva de las últimas 48 horas, que fue la más intensa de esta semana, destruyó unidades tácticas de la milicia radical, posiciones de combate, túneles, cuarteles, vehículos bomba e instalaciones para su preparación y rutas de abastecimiento.

Ante el silencio de Estados Unidos, el gobierno sirio exigió hoy a la ONU que reaccione ante las "masacres" cometidas por la coalición internacional dirigida por Washington en dos cartas, una enviada a la Secretaria General y otra al Consejo de Seguridad.

"Este es un nuevo episodio en la serie de ataques de la coalición contra la soberanía de la República Árabe de Siria y la seguridad de su territorio con el pretexto de luchar contra el terrorismo", condenó el gobierno sirio en la carta difundida por SANA.

En el texto, Damasco también calificó de "lamentable" la posición de la ONU y acusó al organismo internacional de medir con una doble vara los ataques en su país dependiendo quién sea el responsable.

Sin referirse al ataque de hoy contra civiles desplazados, el secretario de Estado norteamericano, Rex Tillerson, anunció hoy que el gobierno de Donald Trump creará "zonas provisionales de estabilidad" para proteger a los desplazados que tuvieron que huir de sus hogares para escapar de los combates y se refugiaron fuera del país.

"Estados Unidos aumentará nuestra presión sobre ISIS y Al Qaeda y trabajará para establecer zonas provisionales de estabilidad, a través de ceses al fuego, para permitir que los refugiados regresen a su país", dijo Tillerson en una reunión con delegados de 68 países aliados en el Departamento de Estado, su primer gran evento diplomático.

Tillerson no explicó en dónde se establecerían las llamadas zonas provisionales de estabilidad ni cómo se garantiza la seguridad, es decir, si será un operativo militar o meramente civil. También aclaró si esta iniciativa aumentará significativamente la presencia de soldados o representantes de Estados Unidos en Siria y la región en general.

"Las laboriosas victorias en Irak y Siria dieron un impulso a nuestra coalición, pero debemos aumentar la intensidad de nuestros esfuerzos para consolidar nuestros logros en la próxima fase de la lucha contra ISIS. (...) La degradación de ISIS no es el objetivo final, debemos derrotar a ISIS", agregó el jefe de la diplomacia estadounidense.

Desde que Estados Unidos suspendió a último momento un ataque masivo contra el gobierno sirio en 2013, la política de Barack Obama había sido influir en el conflicto con la menor presencia física de soldados y civiles posible en el terreno.

Si Trump avanza con la propuesta, aún abstracta, que delineó hoy Tillerson, podría marcar un giro importante en materia de política exterior con respecto a su antecesor.

Mientras tanto, en el plano multilateral, el mediador de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, intentaba hoy, en medio de creciente tensión, afinar los últimos detalles antes del inicio mañana jueves de una nueva ronda de negociación en la ciudad suiza de Ginebra.

Uno de los protagonistas internacionales de este conflicto, Rusia, advirtió hoy que el diálogo de paz debe ser muy cuidadoso para proteger el "frágil" progreso alcanzado en los últimos meses.

"Es un momento muy importante, porque la vez pasada ustedes consiguieron un progreso muy frágil", subrayó el canciller ruso Sergei Lavrov, citado por medios locales.

El ministro de Vladimir Putin destacó que "es necesario consolidar los acuerdos en cuatro 'campos', que incluyan los asuntos relativos a la Constitución, las elecciones, el periodo de transición y la lucha contra el terrorismo".

La última ronda de negociaciones de paz sirias en Ginebra tuvieron lugar a finales de febrero. Además de la delegación gubernamental siria, participaron tres delegaciones opositoras: la Comisión Suprema para las Negociaciones -compuesta al 50% por opositores exiliados y rebeldes armados-, la Plataforma del Cairo y el Grupo de Moscú, estas dos últimas toleradas por el gobierno.

Los mismos grupos opositores se volverán a sentar en la mesa de diálogo mañana.