Es el cuarto cambio que hace en su defensa. Echó a Maximiliano Rusconi y contrató a Rina Barbieri.
Lázaro Báez, preso por lavado de activos y embargado en 800 millones de pesos, decidió cambiar de abogado y optar por una mujer.
Tras fracasar el intento del letrado Maximiliano Rusconi, para que la justicia conceda la prisión domiciliaria al empresario K, decidió cambiar su defensa y propuso a Rina Barbieri.
Con una nota escrita de puño y letra y sin mayores explicaciones, Báez informó al juez Sebastián Casanello, que decidió cambiar de abogado en la causa por la que lleva preso más de 14 meses.
Por cuarta vez, Báez nombra una nueva defensa frente a la causa.
Casanello, que rechazó el pedido de prisión domiciliaria, señaló que no había ningún motivo, después de una junta médica, para dar lugar al pedido realizado por Báez.
También, reiteró que uno de los argumentos centrales para que el dueño del Grupo Austral continúe en el Penal de Ezeiza, se refirió al riesgo de fuga: "En virtud del abultado patrimonio y los contactos locales e internacionales que posee el imputado". En este punto, se consignó que "el monto involucrado y no recuperado aún" en la causa, le da a Báez la "posibilidad de manejar mayores relaciones económicas e influencias, también en distintos países". Y que también hay riesgo de "entorpecimiento de la investigación".