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Musulmanes marcharon por Barcelona en contra del terrorismo

La comunidad musulmana convocó a miles de personas en contra de los atentados.

22/08/2017

Los musulmanes de Cataluña salieron hoy a la calle para mostrar su solidaridad con las víctimas de los atentados de Barcelona y Cambrils, y manifestar su repulsa a la barbarie terrorista tras haber quedado en la mira, como es habitual luego de este tipo de ataques cometidos en nombre del Islam.

Miles de personas acudieron a la convocatoria realizada por unas 150 asociaciones en la céntrica plaza Cataluña bajo el lema "comunidad musulmana contra el terrorismo" y marcharon hasta el kilómetro cero de La Rambla de Barcelona, donde frenó la camioneta que arrolló y mató a 14 personas y dejó a un centenar heridas.

"No tengo miedo", "No en mi nombre" o "Barcelona somos todos", fueron algunas de las consignas que repitieron los manifestantes, entre los que se pudo ver a muchos jóvenes y mujeres con su velo, que levantaron su voz y desafiaron a la milicia Estado Islámico (EI), que se atribuyó el doble atentado de Barcelona y Cambrils, que dejó en total 15 muertos.

Al inicio de la manifestación se leyó un manifiesto conjunto por medio del cual la comunidad musulmana local expresó que "el dolor es común, todos hemos llorado; la incomprensión por lo que ha sucedido es compartida. Debemos trabajar todos juntos para que no vuelva a pasar nunca más".

"Hoy queremos decir con el conjunto de la ciudadanía, musulmanes y no musulmanes, en voz alta: no al terrorismo, no a la violencia y sí a la paz", añadieron.

Tan pronto ocurrió el atentado, los musulmanes de Cataluña lo rechazaron a través de sus diferentes portavoces, lo que no evitó que aparecieran las primeras reacciones de islamofobia, como pintadas en las fachadas de algunas mezquitas tanto en Cataluña como en otras partes de España.

“Vais a morir putos moros”, fue el mensaje que apareció el fin de semana en la fachada de la mezquita de Montblanc, en la provincia de Tarragona, uno de los ejemplos de las muestras de odio que desataron los atentados de Cataluña.

En un centro de la localidad madrileña de Fuenlabrada el sábado apareció una pintada con la inscripción "Muerte al Islam", mientras en Sevilla, el mensaje dejado fue: “Moro que reza machete a la cabeza”.

"Creo que el terrorismo no tiene cabida en ninguna sociedad ni religión y cuando vemos que niños y gente inocente muere y se derrama sangre sin ningún sentido, nos afecta a todos", aseguró a Télam Nora Baños, una joven de 22 años activista de la plataforma "Stop a los fenómenos islamófobos", que participó de la marcha en Barcelona.

"En el momento que se nos mezcla a los musulmanes con esta barbarie personalmente me da pánico, porque pienso en qué puede pasar si salgo a la calle con velo, y cuando empiezas a tener miedo piensas en qué puedes hacer como musulmana para cambiar esta situación", añadió.

Nora subrayó que "hay que preguntarse qué interés tenía el imán" que supuestamente radicalizó a los autores de la masacre de La Rambla y del atentado en Cambrils, y "qué problemas tenían estos jóvenes con la sociedad para dejarse meter las ideas en la cabeza".

"Hay que reflexionar, yo pienso en que no estaban integrados, que eran jóvenes sin una identidad formada, no encuentro otro motivo, pienso en si mi hermano o mi prima podría hacer algo así, porque mis principios y valores no me lo permiten; el Corán es poético, no sé qué les explican, de dónde sacan estas barbaries", apuntó.

Wahib, marroquí de 17 años, también consideró que este tipo de actos no tienen cabida en el Islam. "Los musulmanes tenemos que dejar claro y salir a la calle para rechazar la violencia", dijo a Télam mientras se manifestaba junto a un grupo de amigos, todos adolescentes.

"Ellos no son musulmanes, pero sus acciones llevan a que todos seamos señalados como terroristas", prosiguió. Este joven, que dijo que llegó a España para "jugar al fútbol, estudiar y aprender", tiene miedo que la sociedad catalana termine cediendo frente al miedo y aumente el racismo y la xenofobia.

"Tras los atentados hemos sentido mucho dolor, como todos, pero también vemos estos hechos con mucha preocupación por las consecuencias que puedan tener para la convivencia en Cataluña", sostuvo por su parte Abdelah El Bouchikhi, un joven bioquímico de 30 años que llegó a Barcelona junto con su familia siendo un niño.

"Personalmente sufrí mucho el racismo, sobretodo cuando llegué, pero me esforcé y me integré, hoy soy un profesional, y esto cambia mucho todo, no siento ningún resentimiento con la sociedad que me acogió", explicó.

Por eso, Abdelah consideró que hay que hacer mucho más por la integración, en todos los ámbitos, tanto institucional con familiar. "No todo es cuestión de adoctrinamiento, también hay una fractura generacional en las familias, entre unos padres sin educación que no se comunican ni entienden a sus hijos que crecieron aquí", indicó.

En línea con lo que dijo este joven, las asociaciones musulmanas pidieron un esfuerzo conjunto, de los gobiernos, la comunidad musulmana, incluidas las mezquitas, para evitar la radicalización de los "jóvenes catalanes musulmanes". "Que sientan que Cataluña es su tierra, de manera que sean capaces de rechazar cualquier mensaje radical o extremista", subrayaron los manifestantes antes de guardar silencio y realizar su ofrenda floral en el lugar donde el joven marroquí de 22 años Younes Abouyaaqoub sembró muerte y dolor utilizando el nombre del Islam.