Los Citizens, con Otamendi como titular y Agüero en el banco, se impusieron por 2-1.
Parecía una parada sin mayores complicaciones para Manchester City. Bournemouth había caído en las dos primeras fechas de la Premier League y nada indicaba que pudiera plantarle batalla al poderío de los de Pep Guardiola. Sin embargo, los Ciudadanos tuvieron que pelear hasta la última pelota para quedarse con un exiguo y trabajoso 2-1 que fue muy celebrado.
Con Nicolás Otamendi como titular, el City se encontró en desventaja tras el rápido gol del lateral derecho local, Charlie Daniels (PT 13m). Enseguida encontró la igualdad a través de Gabriel Jesus (PT 21m), único punta que paró el DT español, que aprovechó una buena combinación entre David y Bernardo Silva para igualar las acciones.
El encuentro se equilibró y tuvo a la visita como dueño de la iniciativa. Con el correr de los minutos, Bournemouth se refugió cada vez más cerca del arco del sólido Asmir Begovic y se dedicó a tratar de hacer pasar el tiempo, generando la ira desenfrenada de Guardiola en el banco.
Y cuando parecía que el empate era inalterable, en una muy buena combinación por derecha en la que participó el ingresado Sergio Agüero el centro encontró a Raheem Sterling (ST 52m), quien en el séptimo minuto de descuento (el árbitro había adicionado cinco), definió y el rebote en un defensor logró que Begovic quedara vencido y se decretara el 2-1 que terminaría siendo resultado final a favor de Manchester City.