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Chau romanticismo: para los más jóvenes, dar un beso casi no significa nada

Surge de una encuesta de la UADE a millennials de entre 18 y 34 años.

17/09/2017

No es la primera ni la última vez que una expresión en inglés se pierde en su traducción al castellano. Pero lip-lock - una suerte de "bloqueo de bocas en un beso apasionado" que se popularizó en 2003 por Madonna y Britney Spears en los premios MTV - no pierde sólo en la semántica.

​El significado del beso también está perdido entre los jóvenes argentinos.

Así como en 2013 "el beso" fue objeto de estudio en la Universidad de Oxford para decir que un lip-lock ayuda a encontrar pareja y también a mantenerla, ahora los investigadores del Instituto de Ciencias Sociales y Disciplinas Proyectuales (INSOD) de la Fundación UADE se adentraron en las creencias, prácticas y concepciones sobre "el beso" para actualizar cuál es su valor y uso para los argentinos de entre 18 y 34 años.

La mayoría lo identifican como chape (los de más de 30 antes le decían "tranzar"). Pero para los hombres, además, es “comer” y, en tercer lugar, "besar” . En la llamada "generación de las ideas" el primer beso se suele dar entre los 13 o 14 años, las mujeres, y entre los 12 o 13 años, los hombres. La mayoría dice que fue con un amigo/a.

Así lo dice el informe elaborado sobre las respuestas de 638 millennials. Los datos desmitifican la creencia de que el primer beso "es un momento único e inolvidable junto a la persona deseada". Para el 42% de los varones y el 26% de las mujeres, el primer beso generó sentimientos opuestos a esa "idealización": confusión, asco, miedo o incomodidad.


Y el 85% del total encuestado en la Ciudad y Provincia de Buenos Aires, asegura además que un beso no es sinónimo del inicio de una relación.

No hay "grieta" en cuanto al valor del beso antes y ahora: tanto hombres como mujeres creen que no es el mismo valor que el que le asignaban sus padres. Y hasta hablan del beso como "moneda de cambio".

El 47% de las mujeres dijeron que besaron para recibir un trago gratis. El 68% de los hombres compraron alguna bebida alcohólica para recibir un beso como "pago".

"El beso durante las relaciones sexuales está presente en casi todas las sociedades y culturas. Se ve en los primates, pero con menor intensidad que nosotros. Todavía no estamos muy seguros de por qué está tan extendido o de qué sirve", dijo Rafael Wlodarski, quien llevó a cabo la investigación en el Departamento de Psicología Experimental de la Universidad de Oxford.

¿Se trata de un fenómeno local? 308 hombres y 594 mujeres, de 18 a 63 años, contestaron un cuestionario en EE. UU., Canadá y las principales capitales de Europa sobre la importancia del beso en parejas breves o de muchos años.

Los resultados fueron dos papers publicados por The New York Times, en los que los investigadores desmitificaron que la función psicológica y social del beso sea "elevar la excitación sexual y preparar una pareja para el coito".

Para los amantes casuales, el beso es más importante antes del sexo, menos importante durante las relaciones sexuales y aún menos importante después del orgasmo. En cambio, para quienes buscan parejas estables el beso era tan importante antes del sexo como cuando se da sin querer tener relaciones.

Eso coincide con las respuestas de los millennials argentinos. Más del 75% del total cree que besar a extraños no es una conducta promiscua. Y el promedio de cantidad máxima de personas besadas en una misma salida asciende a 5 para los hombres y 3 para las mujeres. El 32% de las mujeres, además, dice haber besado a otra al menos una vez en su vida. Este porcentaje desciende a un 22% entre los hombres.

Pero esto tampoco lo relacionan directamente con la orientación sexual. También puede ser un juego.

Clarín