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Abril de 2024
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Espectaculos

¿El secreto de la juventud de Nacha está en Las Termas?

La famosa actriz protagonizó un curioso accidente hace algunos años. ¿Qué fue lo que pasó?

Nacha Guevara siempre se muestra impecable.
22/12/2014

A la actriz Nacha Guevara no se le pasan los años. Siempre se muestra impecable y todos se preguntan cómo hace. Quizás la respuesta a esa pregunta esté en Santiago del Estero, más precisamente en Las Termas de Río Hondo.

"Bendita TV", el programa que conduce Beto Casella, Nacha, dio a conocer que la jurado del Bailando 2014 confesó que después de haberse sumergido en las relucientes aguas de Las Termas de Río Hondo en Santiago del Estero se sentía totalmente rejuvenecida. Pero, antes de generarse este “milagro”, la también bailarina había protagonizado un accidente en inmediaciones de la ciudad termal.

Según lo que se dijo en aquel programa, la mujer que nació en 1940 bajo el nombre de Clotilde Acosta y un amigo se dirigían se dirigían hacia la ciudad turística por la ruta 9 cuando, repentinamente, sucedió el accidente. El conductor, que venía cabeceando por el sueño, pasó de largo en una curva y se estrelló contra un árbol después de haberse salido de la ruta e ingresaron, casi 500 metros, en un sendero de copiosa vegetación.

El chofer quedó inconsciente y ella mareada y con algunas contusiones. En la evocación de este hecho se destacó que Guevara salió del auto para pedir ayuda. Desorientada, la actriz no volvió a la ruta sino que se adentró más en el terreno y de pronto se encontró con un “viejito que venía acompañado por una cabra flaca”. Dicen que ella experimentó una sensación de paz cuando el misterioso hombrecito la tomó de la mano y la hizo caminar varios metros hasta llegar a una gruta.
Entraron a ese lugar y el hombre la condujo unos 30 metros. Allí se distinguían unas aguas cristalinas en las que el anciano limpió con esmero las heridas de Nacha que sentía estar viviendo una especie de sueño y enseguida experimentó un notable alivio.

Nacha, siempre de acuerdo a lo que se dijo en "Bendita TV", a los pocos minutos se sintió totalmente agotada y se quedó dormida en la entrada de la gruta. Unas horas más tarde el sol de amanecer la despertó. Estaba sola y no recordaba haberse despedido del anciano ni haberle agradecido por las curaciones.
Preocupada por su amigo, aprovechó la luz del día para tratar de ubicarlo y finalmente llegó hasta el lugar del accidente donde su amigo que si bien había recuperado el conocimiento permanecía en estado de shock por los golpes recibidos.

Después del reencuentro, Nacha salió a la ruta y fue asistida por un camionero quien llevó a ambos hasta el hospital más cercano. Los días pasaron y, enigmáticamente, Nacha empezó a experimentar un cambio en su piel, en su rictus y hasta en su expresión. Su, quizás, exagerada delgadez dejaba lugar a una tonificación muscular que era pura frescura y belleza. La única explicación que encontró la actriz para semejante cambio fue aquella experiencia en las resplandecientes aguas de la gruta a la que había sido llevada por el anciano luego del accidente.

Decidida a averiguar lo que estaba sucediendo, Nacha volvió al lugar del accidente pero durante horas caminó en vano sin encontrar ni rastros de la gruta ni del anciano. Ansiosa, Nacha habló con algunos baquianos del lugar para obtener datos acerca del aquel hombre que la había ayudado. La respuesta que obtuvo fue que probablemente se tratara del “viejito de la cabra”, un anciano misterioso que sólo se aparece a unos pocos cada 20 ó 25 años y que nadie sabe en qué lugar se encuentra y ni siquiera si está vivo.

Incansable, Nacha volvió al día siguiente a recorrer la zona y del mismo modo que la vez anterior el viejito apareció de la nada frente a ella. Con un hablar pausado y amable, le pidió que no preguntara demasiado por él ni comentara demasiado la experiencia que había vivido en la gruta. La actriz le dijo que después de haberse sumergido en las relucientes aguas de la gruta se sentía totalmente rejuvenecida. Entonces, el anciano le dedicó una sonrisa y le dijo: “Las almas buenas como la tuya merecen estar entre la gente dos o tres veces más tiempo que el resto de los mortales”.