La modelo dejó su rol de azafata en A todo o nada y se animó a ir al Bailando.
Miren qué raro: para que su carrera profesional termine de levantar vuelo y despegue definitivamente, Ailén Bechara (25) dejó de ser azafata de Guido Kaczka y aterrizó en las pistas de Bailando por un sueño. Después de cuatro años surcando los aires de la tele en A todo o nada, la rubia apoyó sus pies en ShowMatch para lucir su cuerpo, sus conocimientos de baile y su gracia al lado de Marcelo Tinelli.
“Me costó mucho decidirlo, porque dejé el programa sin saber si iba a entrar al Bailando. Arriesgué todo. Para grandes cambios hay que tomar grandes decisiones. Salí de mi zona de confort porque estaba bien en A todo o nada y en Los 8 escalones. Me fui feliz, y todo se lo debo a Guido, a Endemol, al Trece. No soy ninguna desagradecida”, arranca esta rubia infartante que despierta suspiros en los jóvenes, y no tanto, de la platea masculina.
–¿Dejaste ese trabajo porque apuntabas al certamen?
–La propuesta de Este es el show para estar en el Bailando fue lo que me hizo hacer un click. Como que era hora de probar otra cosa y ver qué me deparaba el destino.
–¿Te animaste enseguida a participar?
–Jamás lo imaginé en mi vida. No creía que me llamaban para postularme.
–Ahora, ¿vas como soñadora o como famosa?
–Como famosa, es súper importante, pero todavía no sé quién va a ser el bailarín que me acompañe. Veía mucho el programa, y para mí todos bailan bien.
–¿Cómo te ves con las coreografías?
–Estoy tomando clases particulares y me metí de lleno en el baile desde que se corría la bola de que iba a ir a postularme. Me re cuesta. Soy medio de madera.
–Algunos explotan esa parte de no saber bailar y reírse de ello…
–Tal cual. Voy a dar lo mejor de mí.
–¿Estás preparada para enfrentarte al jurado?
–Sé que si me dicen: “Nena, tenés dos pies izquierdos” lo pueden hacer tranquilamente. Es porque acepto y entiendo las reglas del juego.
–¿A cuál le tenés más miedo?
–Me cae bárbaro, pero le tengo miedo a Nacha Guevara, porque es súper directa si algo no le gusta, no tiene pelos en la lengua. Acepté las reglas y sé que me voy a comer muchas cosas.
–Al crecer en el medio también aparece la envidia, ¿sentís esa energía?
–Sentí buena onda de todo el mundo. Mariana Brey fue divina, me dijo muy lindas palabras y me sorprendió para bien. Hay mucha gente que me apoya.
–¿Pero qué dicen quienes eran tus compañeras en A todo o nada?
–Algo pasó, obviamente no cayó muy bien, pero es problema ajeno.
–Barbie Franco y Fernando Burlando festejaron cuando en primera instancia no quedaste para el Bailando. ¿Creés que tu ex compañera está celosa porque vas como famosa y ella como “pareja de…”?
–Tal vez. No sé por qué reaccionó así. De mi parte, la mejor. Es más, la llamé por teléfono y terminó felicitándome.
–¿Tenés amigas dentro del medio?
–Sí, claro. Chicas con las que he compartido trabajo. Hay muchas buenas personas en este medio.
–Con tantos cambios, ¿qué rumbo querés tomar con tu profesión?
–Me encantaría hacer temporada de verano, nunca pude hacer teatro porque en verano trabajaba con el programa. Sería un gran desafío personal. Un programa de televisión donde pueda expresarme y mostrar otra faceta, también.
–Cambiando de tema, lucís una figura más estilizada.
–Venía medio vaga con el tema del gimnasio. Iba cuando podía. Pero cuando pasó todo esto de la posibilidad del Bailando le metí a full, más las clases de baile que tomé, y estoy cerrando un poco más el pico, obvio. ¡Una se quiere ver espléndida!
–En cuanto a lo personal, ¿estás en pareja?
–No. Estoy sola y muy feliz así, disfrutando.
–Pretendientes no te faltarán…
–No tendría tiempo de tener novio porque estoy a full. Y más con esto del Bailando, que me ha cambiado la vida de un día para el otro.
–Hay mujeres que son novieras y otras que necesitan períodos de soltería… ¿Cuál serías?
–No soy muy noviera porque soy muy independiente. Considero que es el mejor estado del mundo, cuando estás enamorada. Pero como no lo estoy de nadie, estoy feliz sola. Nadie me está diciendo ni sí, ni no.