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Marzo de 2024
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Espectaculos

Kloosterboer le hizo perder el partido de su vida a Gaudio

Los llamados celosos de la actriz arruinaron el mejor momento del tenista.

26/02/2015

El sábado 19 de noviembre de 2005, los medios internacionales calificaron de humillación la derrota de Gastón Gaudio por 6-0, 6-0 frente a Roger Federer en la semifinal del importante Masters de Shangai. Una década después, el tenista dio a conocer el insólito motivo de ese resultado.

Gaudio, quien se sumó al equipo de Perros de la Calle como “columnista de estados de ánimo”, habló en la radio de aquel fatídico partido: la peor derrota de su vida se debió a los celos incontrolables de Marcela Kloosterboer.
 
En aquel entonces, el Gato mantenía un romance con la bella actriz, y tuvo una insólita pelea a 20 mil kilómetros de distancia.

“No puedo dar muchos detalles. En 2005, estaba de novio con MK, y estaba entre los mejores ocho del mundo, viviendo una historia de película. Llegaba a mi habitación en Shangai, tenía las almohadas y batas bordadas con mi nombre, ¡una locura!”, comenzó su relato, Gastón.

“Llego a la semifinal, la noche anterior me llaman de una radio, había mucho cambio de horario, y en el estudio estaba una mujer con la que yo había tenido una historia. Nada, empezamos a hablar y me preguntaban si había muchas geishas. ‘Sí, acá te atienden como reyes’, dije. Un comentario estúpido y nada más, todos nos reímos”, continuó.

“Bueno, cuando hablé con MK después: escándalo, cosas de pareja, unos celos estúpidos. O sea, no pasó nada. Tenía que jugar a las 11 de la mañana y eran las 3 y yo seguía con el teléfono, ¿entendés? Eran las cuatro de la mañana y me quedé mal, estaba angustiado. No lo entendía, no pasaba nada, era una estupidez”, aseguró el flamante columnista de Andy Kusnetzoff.

Al final de su relato, Gaudio deslizó un “palito” para la actriz. “Si querés a la otra persona, no lo hacés en el mejor momento de su carrera. O sea, nunca más iba a estar ahí, jugando la semifinal del Master. No puedo creer lo estúpido que fui. Cómo te vas a amargar así, pero en ese momento no lo podés controlar. Al otro día, estaba todo el tiempo pensando en lo mismo, totalmente fuera de foco. Después dije, ‘cómo puede ser que desperdicié la oportunidad de mi vida’", concluyó el ganador de Roland Garros.