La diva regresó de Miami y se refirió al escándalo por la denuncia por desacato que presentó el ex futbolista. "Es una taradez lo que hizo, éramos amigos", declaró la diva.
El quiebre en la relación entre Susana Giménez y Diego Maradona tiene un punto de partida bien definido: el 3 de junio de 2013, cuando Verónica Ojeda se sentó en el living de la conductora para hablar de Diego Fernando, el hijo que tuvo con el ex futbolista, en medio de una medida cautelar que impedía mostrar al niño y dar información que permita reconocerlo.
"Todavía no recibí nada. La gente cambia, no tengo la menor idea por qué lo hizo. Perder tiempo en esas estupideces me da pena".
De ahí en más, todo fue en picada entre la diva y el ex técnico de la Selección. La semana pasada, Maradona presentó una denuncia penal contra Giménez por desobediencia de la medida cautelar, al considerar que la diva, al hablar sobre su hijo, estaba dando información que la Justicia había advertido que no podía dar a conocer.
Al enterarse de la decisión, Susana se mostró sorprendida. “¡Pero si yo a Diego no le hice nada! Lo quiero, es mi amigo desde hace muchísimos años. Inclusive la semana pasada estuvo a punto de venir al programa, y a último momento no sé por qué no vino”, le había dicho al diario Muy.
Esta mañana, Giménez regresó a Buenos Aires luego de pasar unos días de descanso en Miami, y en el aeropuerto habló con los medios. “Todavía no recibí nada. Es una taradez. Eramos amigos, la gente cambia. No tengo la menor idea por qué lo hizo. Perder tiempo en esas estupideces me da pena", afirmó la conductora, mientras un móvil de Ciudad Goti-K (programa de Rial en radio La Red) estaba en vivo.