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Las sensuales fotos de Gisela Berger, una de las diosas que baila en ShowMatch

La rubia que rechazó la propuesta de Fort para sumarse a su espectáculo, mostró su belleza y habló de sus gustor personales y otros detalles de su vida.

14/12/2012

Cada noche se mueve al ritmo de la música en la apertura de ShowMatch. Y con sus bellos 1,67 metros y unos sinuosos 90-62-90, más su sonrisa irresistible, Gisela Berger seduce al público.

Es una de las tres modelos que integra el cuerpo de bailarinas de Bailando 2012, que debutó este año junto a Marcelo Tinelli. Criada en Córdoba y con las indelebles raíces alemanas que delatan sus impactantes ojos claros y sus cabellos dorados, la diosa de 24 años posó para Ciudad.com y se confesó que en una entrevista íntima.

-¿Cómo empezó tu carrera en los medios?

-Hice todo el camino que se hace en el Interior para llegar a triunfar en Buenos Aires. En 2008 fui Reina entre las Reinas a nivel nacional, que es uno de los concursos de donde surgió Ingrid Grudke. Es un certamen muy importante en el interior del país. Además fui Miss Córdoba 2009; después, Princesa Reef en Punta del Este y gané el festival de la cerveza en el Oktober Fest de Villa General Belgrano. Y empecé a tener trabajos como modelo para distintas marcas de ropa.

-Todos los títulos de belleza revalidan tus dotes naturales. ¿Tenés raíces alemanas?

-Sí, por parte de mi papá. Nací en un pueblito de Córdoba que se llama Pozo del Molle, pero me crié en Alicia, otra localidad cordobesa que está cerquita de Santa Fe.

-¿Todo natural o hubo algún retoque?

-Sólo pasé por el cirujano para agregarme lolas, pero me puse muy poquito porque quería que quede armónico con mi cuerpo. No quiero dar el perfil exuberante. Ahora estoy conforme con mi cuerpo tal como está, pero tal vez cuando sea grande y lo necesite me haga algún otro retoque. Si tuviera que operarme para estar bien, no me importa. Trabajo de esto, no podría estar mal, por más que hago mucho ejercicio. Me encanta verme bien.

-¿Qué hacías antes de integrar el cuerpo de baile de Ideas del Sur?

-Trabajaba en una empresa de agroquímicos en Córdoba. Empecé en el sector de stock y después pasé a hacer tareas administrativas. Aprendí un montón, estaba muy bien ahí. Hasta que hace dos años me vine a vivir sola a Buenos Aires. Siempre tuve ganas de modelar y dedicarme a esto, pero las posibilidades allá eran nulas.

-¿Y cómo llegaste a ShowMatch?

-Marcelo Tinelli siempre fue mi ídolo, desde chiquitita que lo sigo en la tele. Y en 2010 surgió la posibilidad de venir a ver un programa a Buenos Aires, el año en que la Mole Moli terminó ganando el Bailando. Fabio fue a mi pueblo a hacer una obra de teatro a beneficio de un nenito con cáncer, entonces lo encaré y le pregunté cómo podía hacer para entrar a ver un programa de Marcelo.

-O sea que le debés mucho a la Mole...

-Sí, es una gran persona, habíamos hablado muchísimo y él sabía de mis ganas. Yo estaba en la tribuna y alguien fue a preguntarme a quién había ido a ver, y dije: "A la Mole". Y una tarde, en un ensayo que estaba presenciando, le preguntaron a Fabio quién era yo. El dijo que conocía a toda mi familia, desde ahí me empezaron a llamar de La Cocina del Show. Así arrancó todo, dejé el laburo en la agorquímica y viajaba a Buenos Aires para castings o eventos puntuales.

-Y la admiración por Tinelli, ¿es sólo como figura o también como hombre?

-No. Yo lo veo como un número uno, con mucho respeto, me parece una persona espectacular. O sea, un ídolo, sigue siendo mi ídolo. Yo sólo tengo relación de trabajo con él. Y dentro de todo, Tinelli es como me lo imaginaba, es una persona humilde, a pesar de que está en otro nivel.

-Pero el otro día le preguntaron a La Sueca si aceptaría una invitación a cenar y dijo que sí. ¿Vos también aceptarías?

-Para aceptar una invitación de Marcelo tendrían que pasar cosas. La realidad es que a mí no me pasa nada con Marcelo ni a Marcelo conmigo (risas). Sería imposible que vayamos a comer. Sería desubicado, si casi no nos conocemos.

-Pero no te faltarán los piropos y las propuestas de los hombres…

-¡Sabés que no! Me tienen mucho respeto, siempre escucho que en este ambiente, como en otros, están los que te quieren conocer. Pero me tienen respeto, a mí nunca nadie me dice nada. Y no sé si es que inspiro temor al rechazo, porque se me acercan chicos, hablo con todo el mundo con buena onda. Pero nadie me dice nada como para salir o hacer otra cosa. ¡No sé por qué! Igual, estoy súper enfocada en el laburo, en disfrutar cada cosa que hago.

-¿Cómo tiene que ser el hombre que te enamore?

-No tengo un ideal de persona para tener algo con alguien. Creo que eso llega, en el momento menos pensado, en el lugar menos pensado y con la persona menos pensada. Cuando se da algo, se da. No espero a un príncipe azul. Creo que estuve enamorada, pero confío en la posibilidad de sentir un amor más fuerte. Hace un mes terminé la relación. Y aún sabiendo que estoy sola, no se me acercan los hombres. Parece que inspiro respeto. Ahora, con quien comparta mi vida, me encantaría tener hijos, una casa grande, mascotas, de todo. Pero quisiera dejar el casamiento para el final, como broche de oro unos años después de consolidada la familia, cuando sea muy, muy grande.

-Ricardo Fort te elogió en público y dijo que te quiere en su espectáculo, ¿qué vas a hacer?

-Soy una agradecida y Ricardo dijo lo que dijo por mí, no por La Sueca. Yo no lo conocía y en ese momento estaba re feliz. El tema es que yo ya había cerrado para hacer Call TV, había acordado seguir en ShowMatch y no voy a poder estar con Fort. Además, voy a estar actuando con personajes de vecina y doctora de Matías Alé en El podio de la TV, por Magazine. Ahora mi idea es ampliar el espectro, hacer fotos, desfiles, eso es lo que más me gusta. Me hubiera encantado que desde chiquita mis papás me manden a aprender canto, baile, actuación. No sé si sirvo, pero me veo y me parece súper divertido.

-¿Cómo te llevás con Alexandra Larsson y el resto de las chicas?

-Re bien. Pensaba que como soy del Interior me iba a encontrar con gente creída o directamente mala, pero son todas chicas súper laburadoras. Las bailarinas profesionales, no nosotras, hacen lo que aman. Y más allá de las peleas anecdóticas, hay buena onda entre todas. Lo fundamental es que cada una despliega su pasión o su trabajo con pilas. Incluso a la Suequi, que podría habérsela creído. A ella la conozco desde antes del programa, por medio de la agencia de Leandro Santos, donde trabajo. No éramos amigas íntimas desde el principio, pero ahora nos conocemos mucho más y tenemos una linda relación.

Fotos y texto: ciudad.com.ar