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Abril de 2024
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Locales

Continúan apareciendo licencias de conducir truchas

En sólo tres días se secuestraron casi veinte carnés de conducir truchos.

Foto de archivo.
01/10/2014

Quizás cuando los efectivos de Seguridad Vial detectaron la primera licencia de conducir apócrifa el último fin de semana, no imaginaron que estaban tirando de la punta de un ovillo que esconde una supuesta defraudación en la que estarían implicadas varias personas. En sólo tres días se secuestraron casi veinte carnés de conducir truchos y todo indicaría que habría una organización que se dedicaba a esta actividad con ganancias de miles de pesos.

Después de que el último sábado en un operativo de control rutinario los uniformados advirtieran un carné irregular, el juez de turno, Dr. Miguel Moreno dispuso que las actuaciones y la investigación la continuaran los efectivos de la División Delitos Económicos.

En poco más de 72 horas, estos investigadores ya habrían recepcionado una veintena de licencias apócrifas secuestradas y presumen que después de que esto saliera a la luz y se ajustaran los controles, se retendrá una cantidad mucho mayor.

Fuentes cercanas a la investigación deslizaron que hasta ahora se le tomó declaración testimonial a cada una de las personas a las que se le incautó su carné. La mayoría de ellos coincide en la mecánica de la maniobra.

Mecanismo
Por diferentes circunstancias, las personas no realizaban el trámite como corresponde; ya sea por no contar con la documentación necesaria, por estar imposibilitados por la Justicia, o simplemente por falta de tiempo.

Lo cierto es que contactaban a un intermediario que les aseguraba poder conseguirles un carné de forma práctica y que sólo debían abonar una suma de entre $300 y $400, más una foto carnet.
Una vez entregados el dinero y la fotografía, sólo debían esperar y a los pocos días los volvían a citar y se les hacía entrega de la licencia apócrifa.

Contactos
Según se desprende de la investigación, los intermediarios tenían contactos dentro de la Dirección de Transporte y de la Dirección de Tránsito.

Las plantillas sobre las que se modificaban los datos habrían sido sacadas del interior de los organismos, pero las entregas siempre se realizaban en la vía pública.

Para la policía y la Justicia el objetivo sería determinar la cantidad de personas implicadas en las maniobras y llegar al lugar donde se imprimían las licencias y los instrumentos con los que se las producía.

Los investigadores deducen que se trata de un grupo que tenía una organización montada para falsificar los carnés de conducir y lucrar con la urgencia de la gente.

Sostienen que si cobraban esa suma por cada una de las licencias y si el número de carnés truchos es tan alto como se presume, el grupo habría alcanzado ganancias de miles de pesos.