Con cierta sorpresa, vecinos de la capital de la tradición divisaron en el cielo lo que sería parte de un tornado.
Fue un amanecer distinto en la ciudad de Añatuya. Las nubes formaron una extraña imagen y muchos de los pobladores del lugar pensaron que se trataba de un tornado.
Con el pasar de los minutos, la insólita formación se disipó y dejó lugar a un cielo parcialmente nublado. Al igual que en toda la provincia y el país, los añatuyenses soportan días de extremo calor.