La pequeña localidad de Huachana, en el departamento Alberdi, se vistió de fiesta ayer con miles de peregrinos entre ellos santiagueños, chaqueños, tucumanos y salteños que se dieron cita para rendirle homenaje a su Santa Madre.
Según valoraciones realizadas por los organizadores, se calculó que alrededor de 80 mil personas visitaron el Santuario de la Virgen de Huachana en su fiesta central. Además, fue una fiesta en la que se vivieron momentos de mucha emoción y fe en una fiesta tradicional.
La misa central fue presidida por monseñor Adolfo Uriona, quien se refirió a las sensaciones vividas, “es muy difícil expresar lo que se siente porque es una experiencia que se vive en el corazón y a toda experiencia así hay que vivirla, por eso hay que estar aquí. Veo que la fiesta crece a año a año y eso significa que María está trayendo a sus hijos a estos lugares, a los que no es fácil llegar, por todo lo inhóspito que es, por el clima, por lo sacrificado que es llegar, sin embargo, es impresionante la cantidad de gente que se llega, superando todas las expectativas”.
Uriona también se expresó respecto al crecimiento de la festividad: “El servicio pastoral ha crecido muchísimo en estos años, con la presencia de sacerdotes y religiosas, es decir la estructura pastoral para los peregrinos es mejor y eso también es algo maravilloso.
Pero los que hacen la fiesta son los peregrinos. La mayoría de las celebraciones religiosas tienen promoción, en cambio Huachana casi no la tiene. Aquí la promoción es el boca a boca de los peregrinos, que lo hacen gracias a las vivencias que han experimentado, ellos mismo manifiestan su alegría de estar aquí y eso atrae a otros y hace que vuelvan”.
“La experiencia es vivir una fiesta, la mayoría de la gente que viene es gente sencilla, humilde, de bajos recursos, que hace mucho sacrificio para llegar y que tiene una vida muy dura. Entonces, cuando llegan aquí, se olvidan de esas cuestiones, en un ámbito muy particular dentro lo sagrado, marcado por la presencia de María y donde ellos se sienten de fiesta y por eso los invade la alegría. Sin exagerar, viven esta experiencia como un anticipo de cielo. A la gente no le importa el frío, ni la tierra, lo mismo viven la fiesta con intensidad”.
“Huachana es una fiesta de la familia, donde participan todos, además es un lugar especial para el silencio y la reflexión, no tiene ninguna comparación. Algunos santiagueños casi no conocen a la Virgen, sería lindo que la conocieran más, porque deberíamos estar más unidos a ella, porque María de Huachana debería ser de todos los santiagueños” puntualizo Monseñor.
CARTA DE MONS. URIONA
Esta es la transcripción de la carta enviada por Mons. Adolfo Uriona, a su vuelta de participar de la festividad de Nuestra Señora de Huachana.
Añatuya. Acabo de llegar de la Fiesta de Huachana donde pude compartir con nuestro pueblo 3 días intensos, marcados fuertemente por la presencia de María Santísima de Huachana.
¡TODO FUE UNA FIESTA! A pesar de la tierra, el frío y las incomodidades propias del lugar, la FE de nuestro Pueblo hizo que todos experimentáramos, sin temor a exagerar, una especie de “Tabor” del cual nos costó bajar… Huachana va creciendo a un ritmo vertiginoso en todo sentido. Han crecido muchísimo los peregrinos. También ha crecido el servicio pastoral gracias a la presencia de varios sacerdotes (llegamos a ser, en algún momento, unos 22; eran de la diócesis, de la arquidiócesis de Bs. As., de Tucumán, religiosos, etc…), varias hermanas de distintas congregaciones (Doroteas, Misioneras de Jesús Verbo y Víctima, Paulinas, Esclavas del Sdo. Corazón, Misioneras de América, Congregación de Jesús, etc.), seminaristas (de Añatuya y Bs. As.) y laicos-as (de Barranqueras, de Bs. As…) que prestaron un servicio abnegado. Es también de destacar los SERVIDORES (muchos jóvenes y otros no tanto) que en gran cantidad trabajaron en las distintas áreas.
El 30, en la Misa de 11,30. el Seminarista Martín Fernández recibió el lectorado, acompañado por el Rector del seminario de Tucumán, -P. Amadeo Tonello- y todos sus compañeros de curso.
Quiero agradecer de corazón el trabajo, inteligente y creativo, del P. Juani Liébana quien coordinó toda la fiesta y a los que colaboraron con él en esta tarea.
Huachana es especial y promete mucho… Es un filón de oro de la religiosidad popular y un compromiso para todos nosotros a fin de responder con idoneidad al mismo.
Recen para que la Providencia nos permita seguir construyendo el Templo y las mejoras en el predio. Les deseo que puedan hacer la experiencia de esta fiesta de la Virgencita pequeña que nos “roba” el corazón.