Fue durante el domingo, último día de los festejos por el Día del Estudiante y la llegada de la primavera.
Unos 20 menores de edad debieron ser derivados a la sede de la División de Lucha Contra el Alcoholismo de la Policía de la Provincia para ser retirados por sus padres, debido al estado de ebriedad que presentaban, y un muchacho de 19 años fue detenido con una sustancia entre sus ropas, durante los operativos de control que se realizaron ayer en la última jornada de las estudiantinas en la zona de la autopista donde se concentran los locales bailables.
Además, durante la madrugada del domingo un chico de 17 años fue derivado al Hospital Regional con un cuadro de coma alcohólico luego de participar de una fiesta privada post estudiantina, y por la tarde una menor corrió la misma suerte, ya que la gravedad de su cuadro incluso le había provocado convulsiones.
En la zona de los boliches se ubicó una ambulancia del servicio provincial de emergencia, donde eran atendidos los menores que llegaban en peor estado, antes de ser derivados a sede policial.
Según el relato de los encargados de llevar adelante los operativos, otra vez debieron soportar insultos y agresiones de parte de los menores que eran sorprendidos en estado de ebriedad, ya que se negaban a ser trasladados hasta las dependencias policiales para ser revisados y entregados a sus padres.
“El balance no es nada positivo, hemos tenido decenas de chicos a los que no se les ha permitido ingresar a las estudiantinas por el avanzado estado de ebriedad que presentaban, y ayer una menor tuvo que ser derivada al hospital con convulsiones por el alcohol que había consumido”, arriesgó Marcelo Arambuena, presidente de Proyecto Padres, al analizar el resultado que arrojaron los festejos de los estudiantes este año.
El directivo, quien trabajó en el lugar con el comisario Luis Montenegro, de la Policía de la Provincia y el comisario Elbio Itúrrez, jefe de la División de Prevención Contra el Alcoholismo, confirmó que fueron “más de 20 chicos” los que debieron ser trasladados a dependencias policiales para ser revisados y entregados a sus padres.