La joven lo había engañado. "Merecía morir", confesó el asesino.
José Ramos dos Santos sufrió un ataque de furia luego de que su novia, identificada como Shirley Souza, lo engañó. El brasileño de 23 años decidió estrangularla y guardó el cuerpo en un armario.
Según el diario O Estado de Sao Paulo, los vecinos y un hermano del asesino comenzaron a sentir mal olor en el lugar y Ramos dos Santos decidió llevar el cuerpo para un terreno baldío próximo, donde el cadáver decapitado fue hallado el sábado.
Con el temor de ser asociado al crimen y linchado por los vecinos, el asesino decidió entregarse a las autoridades y recorrió así unos 30 kilómetros en dos líneas de colectivos con la cabeza de la víctima en una bolsa plástica.
Ramos dos Santos confesó el asesinato, pidió perdón a los familiares de la joven por el "sufrimiento" que les provocó, pero no se arrepintió del crimen y manifestó a las autoridades que "ella merecía morir".