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Desolación y dolor en el entierro de Aylan Kurdi, su hermanito y su mamá

Los cuerpos del chico sirio-kurdo y del resto de su familia fueron trasladados a Estambul por una compañía aérea y de allí llevados a Kobani, su ciudad natal.

04/09/2015

Desolación y dolor extremos coronaron una despedida impensada para Abdullah Kurdi. Su hijo Aylan, el niño sirio-kurdo de tres años, cuya muerte durante el traslado en bote de Turquía a Grecia se convirtió en un símbolo de la tragedia de los refugiados de Oriente Medio, fue enterrado hoy en su ciudad natal de Kobani, en el norte de Siria, junto a su hermano Galib y la madre de ambos.

Los cuerpos de los tres fueron trasladados anoche a Estambul por una compañía área turca y de allí trasladados esta mañana a Sanliurfa, en el extremo sur de Turquía. Desde allí, fueron llevados a Suruc, una ciudad fronteriza con Kobani, bajo estrictas medidas de seguridad y acompañados por Abdullah, que finalmente desistió de radicarse en Canadá, donde vive una tía de la familia, aún habiendo sido invitado oficialmente por las autoridades de ese país.

En el lugar, según reportaron varios periodistas locales a la agencia EFE, había oficiales del departamento turco de Inmigración y psicólogos que acompañaron al padre, además de vehículos policiales que escoltaron el convoy hasta el paso fronterizo de Mursitpinar. A partir de ahí, los cuerpos abandonaron Turquía para seguir hasta Kobani.

Abdullah, quien había declarado horas atrás que "sus hijos se le resbalaron de las manos", agradeció a las autoridades turcas su ayuda y se limitó a decir que estaba "muy triste".

"Como padre que ha perdido a sus hijos, lo único que quiero es que se acabe este dolor y se acabe la guerra en Siria", manifestó, según reportaron las agencias EFE y AP.

Algunos diputados turcos de los principales partidos en la oposición, el Partido Republicano del Pueblo (CHP) y el Partido Democrático de los Pueblos (HDP), acudieron al entierro en Kobani, acompañando al convoy.

EL CASO

La familia Kurdi escapó de Kobani, sitiada durante meses por el grupo jihadista Estado Islámico, en un intento de emigrar a Canadá, donde vive una tía del pequeño.

Aylan, su hermano y su madre se encontraban entre los doce sirios que murieron ahogados en el mar Mediterráneo hace tres días, después de partir de la ciudad turística turca Bodrum.