Santiago del Estero, Viernes 29
Marzo de 2024
X
Mundo

Francisco cuestionó a los "padres ausentes"

En una catequesis sobre la familia, el pontífice criticó a quienes no les dedican tiempo a sus hijos.

28/01/2015

El papa Francisco instó a los padres a implicarse más en las vidas de sus hijos, advirtiendo de que muchos problemas a los que se enfrentan los adolescentes pueden tener su origen en los "padres ausentes" que están físicamente en casa pero no tienen tiempo para estar de verdad con sus hijos.

El pontífice, que suele elogiar el papel que juegan las madres en las familias, dirigió hoy su atención hacia el papel clave de los padres ante unas 7000 personas, retomando el ciclo de catequesis sobre la familia, en el aula Pablo VI.

Jorge Bergoglio advirtió que la falta de una figura paterna para los jóvenes puede dejarlos, en la práctica, como "huérfanos en casa".

"El comportamiento desviado en los adolescentes puede en buena parte rastrearse hasta la falta de una guía y ejemplo de autoridad en sus vidas cotidianas", sentenció el Papa.

DE UN EXTREMO A OTRO

"Hoy se ha llegado a afirmar que nuestra sociedad sería una «sociedad sin padres». En otros términos, en particular en la cultura occidental, la figura del padre estaría simbólicamente ausente, desvanecida, removida", dijo el papa Francisco.

"En un primer momento, la cosa fue percibida como una liberación: liberación del padre-padrón, del padre como representante de la ley que se impone desde el exterior, del padre como censor de la felicidad de los hijos y obstáculo a la emancipación y a la autonomía de los jóvenes", indicó.

"En el pasado algunas veces en nuestras casas reinaba el autoritarismo, en ciertos casos incluso el atropello: padres que trataban a los hijos como siervos, no respetando las exigencias personales de su crecimiento; padres que no los ayudaban a emprender su camino con libertad - pero no es fácil educar a un hijo en libertad - padres que no los ayudaban a asumir las propias responsabilidades para construir su futuro y aquel de la sociedad. Esto ciertamente es una actitud no buena", continuó.

Francisco añadió que "como frecuentemente sucede, se pasa de un extremo al otro". "El problema de nuestros días no parece ser más tanto la presencia invasiva de nuestros padres, sino más bien su ausencia, su contumacia", planteó.

"Los padres están a veces tan concentrados en sí mismos y en su propio trabajo y a veces sobre su propia realización individual, al punto de olvidar también la familia. Y dejan solos a los niños y a los jóvenes", completó Bergoglio.

Francisco admitió que sus palabras eran "duras" y prometió que durante su lección de catecismo de la semana próxima hablaría sobre "la belleza de la paternidad".