Según anunció el Gobierno, unos 10 mil agentes garantizarán la seguridad del séquito papal y los ugandeses.
Según anunció el Gobierno, unos 10 mil agentes garantizarán la seguridad del séquito papal y los ugandeses.
"La compasión del Papa hacia los pobres y su honestidad de espíritu son un aliento para todos nosotros que defendemos las causas importantes para la humanidad", declaró el presidente de Uganda, Yoweri Museveni.
De acuerdo con la agenda de estancia de un día y medio, el Santo Padre visitará el santuario dedicado a los Mártires en Namugongo, un suburbio de esta capital, donde oficiará una misa en recuerdo de los 25 ugandeses católicos y anglicanos asesinados entre 1884 y 1887.
A lo largo de la jornada sabatina sostendrá además un encuentro con jóvenes en el Kololo Air Strip en Kampala, visitará la casa de la caridad en Nalukolongo y dialogará con obispos nacionales en la residencia del arzobispo.
"Invitamos al Papa a celebrar con nosotros los 50 años desde la canonización de los Mártires de Uganda. Esta es nuestra máxima prioridad y la razón por la que él aceptó nuestra invitación", dijo esta semana el arzobispo John Baptist Odama, director de la conferencia de obispos local.
La víspera, el Sumo Pontífice dijo en Kenya a líderes cristianos y musulmanes que no tienen otra opción que la del diálogo para protegerse de los atentados bárbaros de extremistas islámicos que han sacudido al país y los instó a ser "profetas de la paz".
Tras platicar con un pequeño grupo de guías religiosos kenianos, el Vicario de Cristo pronunció un discurso antes de celebrar su primera misa pública en el continente, a la que asistieron unos 300 mil fieles, incluido el mandatario Uhuru Kenyatta.
En su sermón, el Pastor Universal invocó los valores familiares tradicionales, pidió a los kenianos que "resistan las prácticas que fomentan la soberbia en los hombres, lastiman o humillan a las mujeres, descuidan a los ancianos y amenazan la vida de los inocentes por nacer".
Llamó a crear una sociedad más justa que cuida a los pobres y a "rechazar todo lo que conduce al prejuicio y la discriminación...".
Recalcó que la religión nunca puede ser utilizada para justificar la violencia y cómo "con demasiada frecuencia" los jóvenes están siendo radicalizados en su nombre para sembrar la discordia y el miedo, y "desgarrar el tejido mismo de nuestras sociedades".
En la última etapa de su primer recorrido por el continente, el Papa viajará el domingo a Bangui, capital de la República Centroafricana, desgarrada por un prolongado conflicto civil entre milicias cristianas y musulmanas.