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Francisco encabezó el Vía Crucis y la Pasión de Cristo

Crisis, desocupación, droga, violencia, son algunas de las "dramáticas situaciones" que el Sumo Pontífice evocó en las estaciones del Camino de la Cruz.

19/04/2014

El Viernes Santo del papa argentino comenzó con el rito de la Pasión de Cristo en la basílica vaticana, único día del año que no se oficia misa, ni se realiza la consagración, que para los católicos es la conversión del pan y el vino en el cuerpo y sangre de Jesucristo.

En esta ceremonia, la homilía estuvo a cargo del predicador de la Casa Pontificia, el franciscano capuchino Raniero Cantalamessa.

El Papa, con los paramentos rojos, se tendió en el suelo en la nave central en un momento de oración y penitencia y una cruz cubierta con una tela roja presidió el altar mayor de la basílica de San Pedro.

Por la noche, el papa Francisco presidió desde la colina del Palatino, que se encuentra frente al anfiteatro Flavio, el Coliseo romano, el tradicional Vía Crucis.

En el Coliseo, elegido en 1964 por el papa Pablo VI para celebrar el rito como símbolo de la persecución a los primeros cristianos, representantes de la Iglesia, pero también jóvenes y familias de varias nacionalidades llevarán la cruz durante las 14 Estaciones.

Cada Estación estuvo acompañada por las meditaciones que este año Francisco encargó escribir al arzobispo italiano de Campobasso, Giancarlo Maria Bregantini.

En las meditaciones, Bregantini afrontó asuntos de actualidad como "las injusticias que ha causado la crisis económica, con sus graves consecuencias sociales: precariedad, desempleo y despidos".

Hubo un recuerdo a "todas las madres que sufren por sus hijos lejanos, por los jóvenes condenados a muerte, asesinados o enviados a la guerra, especialmente por los niños soldados".

Pero también, recordando el sufrimiento de María, se mencionó a las "madres que velan en la noche, con las luces encendidas, temblando por los jóvenes abrumados por la inseguridad o en las garras de la droga y el alcohol, especialmente las noches del sábado".

Meditaciones en las que también se "lloró" por "esos hombres que descargan sobre las mujeres la violencia que llevan dentro" y por todas las mujeres esclavizadas.