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Mundo

La historia del brasileño que nació con la cabeza al revés

Sus problemas físicos no le impidieron que estudie y se reciba de contador.

Claudio viaja por todo el mundo contando detalles de su vida.
20/12/2014

Un brasileño de 38 años luchó desde pequeño por su vida, más allá de las pocas probabilidades que le daban los médicos. Se trata de Claudio de Oliveira, quien tiene una rara condición congénita llamada artrogriposis, que causa contracciones permanentes en las articulaciones y fusiones en los huesos.

En una entrevista que le dio a la BBC, Oliveira se encargó de contar su historia: "Nací de parto natural pero con este problema físico de tener mi cabeza al revés sobre mi espalda. Camino de lado sobre mis rodillas y tengo mis manos pegadas unidas al frente".

Pero Claudio no vio en sus condiciones físicas una barrera para realizar estudios y graduarse como contador. En su casa tiene una oficina donde utiliza los labios para operar el mouse de la computadora. Y su condición no le afecta ver la pantalla como todo el mundo.

El hombre contó que "los especialistas dijeron que es un caso de adaptación perceptiva visual. Muchas personas imaginan que debido a mi deformidad y la posición invertida de mi cabeza veo al revés, pero yo veo normalmente". "Si tienes la cabeza al revés el cerebro se adapta para ver correctamente", añadió.

María José Vieira Martins, su madre, recordó el trauma que le causó el nacimiento de su hijo: "No lo vi sino hasta varias horas después, cuando me enteré de su deformidad. Confieso que lloré por tres días".

"Los médicos pensaron que no valía la pena alimentarlo porque tenía una respiración muy débil. Su padre se opuso y ahora aquí lo tenemos", sostuvo y añadió que "es feliz así. Es solo un defecto físico. Nunca lo he escuchado preguntarse por qué él as así".

De Oliveira viaja por todo el mundo compartiendo su historia. "Podrías mirarme y decir qué puede hacer un hombre que camina sobre sus rodillas aparte de rezar. A pesar de tener este cuerpo, que es un poco diferente, nací sin límites gracias a mi coraje y voluntad de pelear por mejores días", detalla.

"Me siento muy feliz. Confieso que nunca pensé que lograría tanto. Pensé que tendría que cuidarlo hasta mi muerte, que sería dependiente de mí, pero es lo contrario. Incluso quizás soy yo la que depende de él", concluyó su madre.