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Abril de 2024
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Se profundizan las protestas en las calles de Hong Kong

Los estudiantes advirtieron que tomarán edificios oficiales si no renuncia Leung Chun-ying. EEUU pidió "moderación" a Pekín, y éste le respondió que "son asuntos internos de China".

02/10/2014

Los manifestantes que reclaman a Pekín más libertades democráticas se concentraron delante de la sede del poder en Hong Kong para exigir la dimisión este mismo jueves del jefe del gobierno local, amenazando de lo contrario con endurecer el movimiento.

Más de 3.000 personas se reunieron a primera hora delante de las dependencias del consejo legislativo y de la oficina del gobierno local, en el centro de Hong Kong, para pedir la dimisión de Leung Chun-ying, considerado por los manifestantes una marioneta de Pekín.

La campaña de desobediencia civil que se gestaba desde hace semanas en Hong Kong se intensificó brutalmente el domingo y desde ese día decenas de miles de manifestantes han salido a la calle.

Las principales arterias de la ciudad, considerada un remanso del capitalismo financiero internacional, están bloqueadas. Como los transportes públicos, barrios enteros están paralizados y las actividades económicas se encuentran muy perturbadas.

Los manifestantes denuncian intromisiones de Pekín, reclaman un sufragio universal sin cortapisas, y rechazan que en las elecciones de 2017 las autoridades chinas mantengan el control sobre los candidatos a jefe del gobierno local.

El movimiento prodemocracia reclama asimismo la renuncia de "C.Y", como llaman en el territorio al jefe del ejecutivo.

Ocupación de edificios

Desde que la policía empleó el domingo gases lacrimógenos y gas pimienta contra los manifestantes pertrechados con simples paraguas para defenderse, las reclamaciones de dimisión se han hecho más acuciantes.
Reuters

El jefe del ejecutivo debe dimitir antes del jueves por la noche, espetó Agnes Chow, una dirigente del movimiento estudiantil. De lo contrario, "estudiaremos varias acciones diferentes los próximos días, como la ocupación de edificios gubernamentales importantes", añadió.

Los estudiantes de Hong Kong son el motor de la campaña de desobediencia civil, pero las filas de los manifestantes se han engrosado desde la represión del domingo. Desde entonces, la policía se muestra por su lado más discreta.

La "Revolución de los paraguas" -como se ha bautizado en las redes sociales- tiene mucho eco fuera de la ex colonia. Unas 4.000 personas se manifestaron en Taipei, unas 2.000 delante de la embajada china en Londres y otras 350 en Times Square, en Nueva York.

Chris Patten, último gobernador de la colonia británica, pidió un "verdadero diálogo" para resolver la crisis y estimó que Pekín incumple su compromiso adoptado durante la retrocesión de dejar a Hong Kong gestionar sus propios asuntos.

El gobierno chino trata por todos los medios de evitar la propagación de una ola prodemocrática en el país. El Partido Comunista endureció como nunca antes la censura sobre las redes sociales y presenta al movimiento hongkonés como un grupo de "extremistas" que viola la ley.

Un operador de turismo de Hong Kong indicó haber sido informado por agentes de viaje chinos que las visitas a la ex colonia habían sido suspendidas.

Tensión con Estados Unidos

Las protestas en Hong Kong son "asuntos internos de China", dijo el miércoles en Washington el ministro de Relaciones Exteriores chino, Wang Yi, en respuesta al llamado de Estados Unidos a que Pekín demuestre "moderación" ante los manifestantes prodemocracia.

"El gobierno chino declaró muy firme y claramente su posición. Los asuntos de Hong Kong son asuntos internos de China", aclaró Wang Yi durante un encuentro con el secretario de Estado, John Kerry, en Washington.

"Todos los países deberían respetar la soberanía de China y esto es un principio básico en las relaciones internacionales de los gobiernos", dijo Wang.

"Creo que cualquier país, cualquier sociedad, no permitiría estos actos ilegales que violan el orden público. Es el caso en Estados Unidos y es el caso en Hong Kong", acotó el jefe de la diplomacia china.

El ministro de Relaciones Exteriores chino, Wang Yi, junto al secretario de Estado, John Kerry, en Washington

En su respuesta, Kerry sin embargo renovó los llamados a que las autoridades de Pekín mantengan la moderación frente a las protestas en la excolonia británica, donde decenas de miles de manifestantes exigen el sufragio universal sin límites.

El jefe de la diplomacia estadounidense reiteró el pedido de "moderación" de las fuerzas de seguridad y de "respetar el derecho de los manifestantes a expresar su opinión de manera pacífica". También reafirmó el "apoyo" de Estados Unidos al "sufragio universal en Hong Kong."

Por su parte, el presidente Barack Obama dijo a Wang que Estados Unidos "sigue de cerca los acontecimientos en Hong Kong" y "expresó su esperanza de que se resuelvan las diferencias entre las autoridades y los manifestantes en Hong Kong por medios pacíficos".

También se expresó la consejera de seguridad nacional de Obama, Susan Rice, quien dijo que las conversaciones con los líderes chinos representaban "una oportunidad para discutir en profundidad sobre el potencial futuro de las relaciones chino-estadounidenses", según nota de la Casa Blanca.

Obama tiene previsto visitar Pekín del 10 al 12 de noviembre.