La presidenta Cristina Fernández regresó a última hora de este viernes a Buenos Aires desde Río Gallegos y fue internada en el sanatorio Otamendi por un fractura en su tobillo izquierdo producto de un esgince y luego se retiró a la Quinta de Olivos.
Luego de arribar a Aeroparque, la primera mandataria se dirigió al sanatorio Otamendi para ser tratada por la dolencia. De acuerdo al parte médico oficial emitido por la Unidad Médica Presidencial, sufrió "una contusión en el tobillo izquierdo que le provocó una fractura bimaleolar sin desplazamiento".
La mandataria retornó a la Capital Federal en el avión Tango 01, a pesar de que tenía previsto hacerlo el próximo lunes, para retomar la actividad oficial.
La jefa de Estado habría sufrido un accidente doméstico en su casa de Río Gallegos y fue llevada por su hijo Máximo Kirchner, junto a la custodia presidencial, al Hospital Regional de esa ciudad.
Poco después fue vista cuando era sacada del hospital provincial en silla de ruedas y llevada directamente al aeropuerto de esa ciudad, según informaban medios locales.
La mandataria habría decidido su retorno inmediato a Buenos Aires porque en el Hospital de Río Gallegos, el más importante de la provincia, no se pudo avanzar con los estudios médicos, ya que no funcionan ni el tomógrafo ni el resonador, según el mismo sitio de noticias.
La jefa de Estado había sufrido un esquince de tobillo izquierdo en marzo pasado cuando se encontraba en Roma y por ese motivo asistió a una audiencia con el papa Francisco en el Vaticano con una férula.
El último problema de salud que presentó Fernández de Kirchner fue una sigmoiditis que la obligó a ser internada el 2 de noviembre en el Sanatorio Otamendi del barrio porteño de Recoleta.
Allí permaneció hasta el 9 de ese mes y luego debió guardar reposo varios días más en la residencia de Olivos.