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El genetista de Mangeri cree que pudo haber "contaminación cruzada"

El genetista de la defensa de Jorge Mangeri aseguró en el juicio por el crimen de Ángeles Rawson que pudo haber "contaminación cruzada" en los estudios de ADN que detectaron el perfil genético del portero debajo de tres de las uñas de la adolescente asesinada en 2013 en el barrio porteño de Palermo.

29/05/2015

Se trata de Gabriel Boselli, quien actuó como perito de parte de la defensa del ex encargado de Ravignani 2360 y al declarar hoy ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 9, volvió a cuestionó la forma en la que se hicieron los estudios genéticos en esta causa.

Tal como lo hizo durante la instrucción, cuando integraba el equipo de la defensa encabezado en ese momento por el abogado Miguel Ángel Pierri, Boselli criticó hoy la forma en la que trabajó el laboratorio del Servicio de Huellas Digitales Genéticas (SHDG) de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

Estos peritos oficiales que trabajan para el Cuerpo Médico Forense determinaron en esta causa que debajo de las uñas de los dedos índice -con un 99,9 por ciento de certeza-, mayor y anular de la mano derecha de Ángeles (16), estaba el perfil genético masculino del acusado Mangeri (47).

Ante los jueces Fernando Ramírez, Ana Dieta de Herrero y Jorge Gettas, el genetista que hoy dijo tener "veinte años" de experiencia con el ADN, dio a entender que ese laboratorio no trabaja con los "protocolos de seguridad", ni con las "normas de control de calidad" de los mejores laboratorios de Estadios Unidos y Europa.

Boselli señaló que todo estudio genético cuenta con tres pasos: "la extracción", que es cuando "se rompe la célula" para obtener el ADN; "la amplificación y el análisis en el secuenciador".

El bioquímico sugirió hoy que en los exámenes genéticos de la causa Rawson pudo haber existido "contaminación cruzada" -la que se produce de muestra a muestra-, en dos de esas tres fases: la extracción y amplificación.

Boselli dijo que analizando los "datos crudos", es decir los registros electrónicos de estos estudios, pudo determinar que se procesaron en forma simultánea "las muestras de evidencia con las de referencia".

Las muestras de referencia eran la M14 perteneciente a la sangre indubitada de Ángeles extraída en la autopsia y la M30 de la sangre también indubitada extraída a Mangeri cuando ya estaba detenido.

El perito explicó que las muestras de evidencia en esta causa eran "los hisopados subungueales, genitales y anales" que se le habían hecho a Ángeles durante la autopsia.

La M2 (índice), M3 (mayor) y M4 (anular), fueron las tres muestras tomadas debajo de las uñas de esos tres dedos de la mano derecha de la víctima, donde el peritaje detectó ADN de Mangeri.

El perito de la defensa aseguró hoy que "el laboratorio debe cuidar el orden de procesamientos de las muestras para evitar una contaminación" y que ello en este caso no ocurrió porque "se hizo todo junto".

En otro tramo de su exposición, Boselli dijo que detectó en el "electroferograma" (gráfico) de la M2, es decir, la muestra del dedo índice de la mano derecha de Ángeles que más compromete a Mangeri porque allí se halló su ADN con un 99,9 por ciento de precisión, lo que él denominó una "pendiente de sky" y que eso le hizo suponer que estuvo "mal tomado el hisopado subungueal".

Otra crítica de Boselli fue que al realizarse estos estudios de ADN, el laboratorio haya "agotado todas las muestras" y no se haya podido hacer un segundo cotejo.

Al respecto dijo que al margen de hacerse el hisopado, como en este caso, lo que hubiera sido recomendable es que también se corte la uña y se la preserve para futuros exámenes, algo que aquí no ocurrió.

Los estudios de ADN son un elemento clave de la acusación, porque el hallazgo del patrón genético de Mangeri debajo de esas tres uñas de la víctima hace suponer que Ángeles se defendió y llegó a rasguñar al portero que, además, presentaba una serie de excoriaciones en distintas partes de su cuerpo compatibles con arañazos.

Si bien estaba previsto que hoy fuera a declarar Alfredo Méndez, el primer médico que actuó como perito de la defensa y quien quedó envuelto en un escándalo cuando dijo públicamente que Ángeles pudo haber tenido "prácticas sadomasoquistas consentidas", éste le informó al tribunal que estaba recién arribado de un viaje y no podía faltar a su trabajo en el Hospital Borda, por lo que se pospuso su testimonio.

En cambio, quien sí declaró hoy fue Ernesto Duronto, el legista que reemplazó a Méndez luego de que tuviera que renunciar a la defensa.

Coincidiendo con el cuestionado médico que hizo la autopsia, Héctor Konopka, Duronto sostuvo que en su opinión Ángeles murió "por un aplastamiento", dado que las fracturas vitales que presentaba tuvieron que haber sido provocadas por una "fuerza superior a la humana".

También dijo que por la presencia de lo que se llaman "neuronas rojas" se puede inferior que hubo "un sufrimiento" y "una agonía" de al menos "dos horas en adelante" y que por las livideces -las manchas por acumulación de sangre en los cadáveres-, el cuerpo tuvo que haber estado "doce horas" de espaldas en algún sitio plano.

Sin embargo, con el interrogatorio del fiscal Fernando Fiszer, del abogado querellante Pablo Lanusse y del presidente del tribunal, el juez Fernando Ramírez, Duronto no fue tan categórico en sus afirmaciones y empezó a relativizar las conclusiones que había expuesto con anterioridad.