En su mensaje de Navidad, la cúpula eclesiástica en el país hizo foco en el avance del negocio de las drogas y la inseguridad.
El mensaje de la Iglesia Católica para Navidad estuvo enfocado en en advertir sobre el avance del narcotráfico, la violencia y la inseguridad en el país.
Los obispos insistieron hoy con reclamos en este sentido y exhortaron a la fraternidad, el diálogo y el encuentro entre los argentinos.
Los prelados llamaron a construir un país en paz, solidaridad y justicia y reclamaron a los políticos trabajar por los pobres con mayor vocación de servicio, honestidad y menos corrupción.
"Qué lejos nos encontramos del mensaje de paz y amor de Navidad, cuando tenemos que hablar de esa realidad tan cercana que no corresponde a la dignidad del hombre", dijo el arzobispo de Santa Fe y titular de la Conferencia Episcopal Argentina, José María Arancedo.
"Me refiero al desprecio por la vida de mi hermano, que se expresa en la violencia y la inseguridad, al delito del narcotráfico y la trata de personas, al odio que cierra el camino al encuentro y la reconciliación, al egoísmo que nos aísla y debilita los lazos fraternos", añadió.
El obispo de San Juan, Alfonso Delgado, dijo que en Navidad se tiene "la capacidad de poder cambiar para el bien" y pidió que la gente no se deje "atrapar por el éxito efímero de cualquier tipo de corrupción".
El religioso pidió "por la seguridad de los ciudadanos frente a una delincuencia y a un narcotráfico cada vez más sofisticados".
Los mensajes de la Iglesia Católica en este sentido se repitieron durante los últimos años en la Argentina. En noviembre pasado, por ejemplo, ya había manifestado su "preocupación" por el "avance" del narcotráfico en el país.
"Toda la sociedad tiene que estar comprometida en el combate contra el narcotráfico, porque éste es un delito y tiene que ser penado", había dicho el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, quien señaló que "el tema se instaló y está en la mesa política, pero falta mucho" por hacer.