Hebe de Bonafini apuntó contra dirigentes de todo el arco político. Además, aseguró: "Estamos pagando las deudas de los Schoklender, es para los que nos dijeron terroristas y ahora nos dicen chorras".
"Para mí son enemigos, no opositores. Del enemigo yo no quiero hablar. Quiero hablar de la oposición real, no del enemigo que me ensucia todo el tiempo", señaló Hebe de Bonafini, cuando le preguntaron acerca de los competidores del kirchnerismo.
A continuación, la titular de Madres de Plaza de Mayo cortó de manera abrupta el reportaje con Dady Brieva en radio América. "Perdónenme, terminemos la entrevista acá para que no me haga mala sangre", dijo. Luego, cortó el teléfono.
La referente de los Derechos Humanos había aceptado la entrevista para hablar de la estatización de la Universidad de las Madres que fue aprobada por el Congreso este miércoles. Contra quienes señalan que el proyecto en realidad se utilizó para pasar al Estado parte de la gran deuda que tiene la entidad, Bonafini señaló: "Con la universidad no va ninguna carga. Lo único que van a pagar es los sueldos, como en cualquier universidad. En este tiempo algunos profesores se fueron, pero la mayoría nos entendió. Hay profesores que hacía dos años que no cobraban e igual estaban con nosotros".
La conductora de Plaza de Mayo, que termina de cursar una internación por su delicado estado de salud, pidió que los opositores "se queden tranquilos" porque se encargarán de saldar las deudas que dejó el desfalco de la fundación Sueños Compartidos y los hermanos Schoklender. "Hemos pagado más de $300 millones ya", aseguró.
"No voy a dejar nada que ensucie a mis hijos. Estamos pagando por nuestros hijos, no por los que nos critican. Porque algunos pelotudos que no averiguan nada nos dijeron terroristas y ahora nos dicen chorras", apuntó.
Entre acusaciones, el oficialismo consiguió ayer convertir en ley la estatización de la Universidad de las Madres. La oposición denuncia que en realidad se trata de una maniobra para pasar al Estado una deuda cuyo monto aún se desconoce. Incluso diputados cercanos a los movimientos de Derechos Humanos, como Victoria Donda, Alcira Argumedo o Claudio Lozano, optaron por abstenerse para no respaldar el proyecto.