En 2002, capturaron al hermano de Riquelme y al padre de los Milito. En 2003, el padre de Leonardo Astrada estuvo 27 días cautivo.
Los ingresos de los futbolistas suelen ser un atractivo para los delincuentes, quienes suelen elegir el secuestro de los familiares de los deportistas como vehículo para obtener grandes sumas de dinero.
El caso del padre adoptivo de Carlos Tevez no es aislado. Hay antecedentes.
En abril de 2002, Cristian Riquelme, hermano del mediocampista de Argentinos, fue secuestrado. A cambio de su libertad los delincuentes exigieron 300 mil dólares, aunque recién lo liberaron cuando la familia pagó poco más de la mitad del rescate.
Por entonces, Cristina tenía 17 años y jugaba en las inferiores de Platense. Lo capturaron entre tres y cinco hombres, cuando estaba en la puerta de la casa de un amigo, en el partido bonaerense de Tigre. Tras el pago del rescate exigido, Cristian Riquelme fue liberado frente a una plaza de Ramos Mejía, luego de permanecer 29 horas cautivo en una casa situada en la zona oste del Conurbano.
También en 2002, la familia Milito experimentó las mismas horas de angustia y desesperación. En agosto de ese año el padre de Diego y Gabriel fue secuestrado en la localidad bonaerense de Bernal, al sur de Buenos Aires. Jorge Milito, por esos días transitaba sus 47 años, fue liberado 19 horas después de su captura. Su familia pagó 100 mil pesos por su liberación.
Más cerca en el tiempo, en junio de 2003, cinco delincuentes interceptaron a Rubén Ocar Astrada, padre del director técnico y ex jugador de River, cuando circulaba en su auto por Boulogne, partido de San Isidro. Había salido de su casa de Boulogne en su Ford Focus, para ir a su trabajo. A cinco cuadras, un Volkswagen Polo lo chocó por adelante y un Volkswagen Golf, por detrás. Fue una emboscada.
"Fue desesperante. No le deseo eso ni al peor enemigo", relató el padre del jugador a los medios, tras su liberación. Estuvo 27 días cautivo.