El último estudio publicado por American Institute of Cancer Research (AICR) ha mostrado los enemigos número 1 que tenemos que tener claros que jamás deberían estar en nuestras cocinas.
¿Se puede prevenir el cáncer a través de la alimentación? Existen varios estudios que intentan arrojar algo de luz sobre este delicado asunto pero constatar la relación entre nutrición y la posible aparición de tumores resulta complicado. En numerosas ocasiones, hemos escuchado que las frutas y las verduras nos protegen en áreas aerodigestivas superiores, de estómago y pulmón frente a esta temible enfermedad.
Pero... ¿Y en el otro lado de la balanza? ¿Existen alimentos que en vez de prevenir el cáncer puedan favorecer su aparición? El último estudio publicado por American Institute of Cancer Research (AICR) ha mostrado los enemigos número 1 que tenemos que tener claros que jamás deberían estar en nuestras cocinas.
Productos cárnicos procesados
Aunque pueda parecer extraño, el AICR las señala como uno de los alimentos más peligrosos a la hora de producirse un cáncer. ¿Por qué? Los productos cárnicos procesados tienen en su contenido altos componentes en nitrato de sodio, elementos realmente peligrosos para los más jóvenes y que según los investigadores de ese estudio puede llegar a causas deformidades en los fetos y graves daños en las personas anémicas.
Bebidas light
El European Food Safety ha revelado en numerosos estudios, verificados por un gran alto número de representantes médicos del mundo, que el aspartame, uno de los endulzadores artificiales más utilizados en los refrescos, provocaría cáncer desde el primer momento en que se toma.
¿Es tan peligroso cómo se dice? Es el edulcorante más utilizado- y que aparece cómo el código E-951 en las bebidas- aunque la OMS ha querido rechazar siempre su posible peligrosidad. Sea como fuere, hay algunos elementos que también contienen estas bebidas hipocalóricas como la sucralosa también pueden aparecer el desarrollo de elementos cancerígenos.
Fiambres y embutidos
También conocidas como carnes procesadas, suponen un grave riesgo para la salud. Los ácidos grasos y el colesterol que contienen provocan altos niveles de complicación para las personas que los consumen, añadido a sus elevados niveles de sal- que se añaden de altas cantidades para aumentar su durabilidad. Además, contienen ciertas sustancias carcinógenas como las nitrosaminas, elemento clave para impedir la contaminación bacteriana de la carne.
Pastelería Industrial
Probablemente sea uno de los pecados capitales de los más golosos pero también esconden un desagradable secreto. Y es que según el informe del American Institute of Cancer Research (AICR) el aceite hidrogenado que contienen son verdaderamente perjudiciales para la salud. Y no sólo eso sino su fritura es clave para detectar su peligrosidad. ¿Por qué? La alta temperatura a la cual son cocinados tiene sus inconvenientes. Y vaya que si los tiene... ¡Cuidadín con los vicios que tienen sus peligros!
Pochoclos... de microondas
Tranquilos porque las palomitas en sí no son el problema. Si eres de los que se come un cubo enorme de pochoclos en el cine no tienes por qué preocuparte. Si eres de los que compra las bolsitas especiales en el supermercado, igual si deberías. Según el AICR, la funda en la cual vienen guardadas contiene una serie de productos químicos que pueden provocar cáncer de hígado, testículos y páncreas. Especialmente dañino es el diacetyl, usada en las palomitas y perjudicial para pulmones.
Papas fritas
De igual forma que los donuts, este tipo de papas fritas contienen los peligrosos aceites hidrogenados y son cocinados a altas temperaturas, algo que suele generar las denominadas acrilaminadas. ¿Qué es esta tan particular y peligrosa sustancia? Es un elemento peligroso para los seres humanos y que está cada vez en más alimentos. Su toxicidad y posible efecto cancerígeno viene del alto nivel de calor al que se cocinan los productos que la contienen.
Productos genéticamente modificados (GMOs)
Un grupo de médicos suecos, en colaboración con el American Institute of Cancer Research, explicaron que este tipo de productos favorecía el rápido crecimiento de tumores cancerígenos. ¿Qué tipos de alimentos entra en esta lista? Pues todos aquellos que contienen maíz, soya o canola. La solución a todo ello es siempre ingerir alimentos con certificación original de productos orgánicos, cultivados localmente o producidos de forma natural.
Galletas y colorantes
De nuevo, en estos productos aparecen como sustancia química peligrosa la acrilamina. Como ya hemos explicado anteriormente, provocan un aparente desarrollo del cáncer. Y es que ese elemento provoca tanto tumores malignos como benignos en el estómago, según se ha demostrado en anteriores pruebas con animales. No sólo afectan a esas partes del cuerpo sino que también producen daños en el sistema nervioso central y periférico.
Harina blanca refinada
Los carbohidratos refinados pueden causar hasta un 220% de aumento del riesgo de que exista la posibilidad de que se produzca un cáncer de senos. Y es que los alimentos de alto índice glicémico suben los niveles de azúcar de forma rápida y peligrosa, una situación que afecta directamente al crecimiento y la propia difusión de las células cancerosas del cuerpo humano.
Bebidas gaseosas
Un grupo de investigadores de la Universidad de Minnesota ha analizado a cerca de 60.000 personas durante el último años. En la gran mayoría de casos que detectaron, tenían en común el consumo de bebidas gaseosas. Según ese estudio, las personas que consumen diariamente esas bebidas con gas y azúcar tiene un 87% más de riesgo de padecer cáncer.
El propio American Institute of Cancer Research, con el objetivo de evitar nuevos casos de cáncer, recomienda a todos que se limite el consumo de carnes rojas, el propio consumo de alcohol en hombres y mujeres y también a la ingesta de alimentos salados.