Santiago del Estero, Martes 23
Abril de 2024
X
Revista

Relación entre alzhéimer y las pastillas para dormir

Los investigadores advierten que deberían emplearse durante no más de 3 meses.

12/09/2014

Cuidado con lo que tomamos cuando no podemos dormir. Un estudio que publica el British Medical Journal relaciona el riesgo de sufrir alzhéimer con el uso prolongado de pastillas para dormir. El trabajo sugiere que quizá haya que incrementar las precauciones en el uso de las benzodiacepinas, los más empleados de estos medicamentos.

Un equipo de investigadores franceses y canadienses observó durante un periodo de al menos seis años a 1.796 personas con alzhéimer y comparó cada caso con 7.184 personas sanas. De esta manera, vieron que quienes habían tomado benzodiacepinas durante tres meses seguidos o más, tenían un 51% más de riesgo de padecer alzhéimer.

Además, los investigadores comprobaron que la fortaleza de esa asociación era mayor cuanto más tiempo se hubiesen tomado los fármacos.

Según los autores, el estudio refuerza las sospechas de una posible asociación directa entre el uso de estas drogas y la demencia, “incluso si el uso de benzodiacepinas es un marcador precoz de alguna dolencia asociada a un mayor riesgo de demencia”.

Los investigadores consideran que estos medicamentos tienen un gran valor para el tratamiento del insomnio y la ansiedad, pero advierten que deberían emplearse durante periodos que no superen los tres meses. Algunos de las benzodiacepinas más vendidas en España se encuentran bajo el nombre comercial de Valium, Tranxilium, Trankimazín, Orfidal, Lexatín o Xanax.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que las benzodiacepinas no deben ser utilizadas durante más de 12 semanas. La Agencia Española del Medicamento reconoce que, “aunque se trata de fármacos que solo se dispensan con receta médica, exhiben un amplio componente de autonomía en su uso, a través de prescripción inducida y requerida”.

En el mundo, 36 millones de personas sufren alzhéimer. Año tras año el número de afectados no deja de crecer y los expertos ya consideran esta enfermedad como una de las pandemias del siglo XXI.