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Splosh: sexo y comida ¿Fetiche o parafilia?

La primera vez que se utiliza este término es a finales de los años 80, cuando una revista erótica inglesa realiza un reportaje sobre este fetichismo.

02/03/2015

Manchar el cuerpo con diferentes tipos de alimentos: crema, leche, chocolates, purés, pasta con tomate... Sí, es un fetiche y además no es nuevo. Se conoce como splosh y tiene derivados que sustituyen los alimentos por otras sustancias como el barro o la tinta. Te explicamos en qué consiste todo esto.

El término splosh es simplemente una onomatopeya inglesa que hace referencia al sonido de un pastel estampándose en la cara de alguien. La primera vez que se utiliza este término es a finales de los años 80, cuando una revista erótica inglesa realiza un reportaje sobre este fetichismo.

La base de esta tendencia sexual es manchar el cuerpo con diferentes tipos de comidas: nata, leche, chocolates, purés, pasta con tomate... Con el tiempo se han incluido otro tipo de materiales como el barro, la tinta o la pintura sin tener ni siquiera que desnudar a la persona. Es el llamado wet and messy, o lo que es lo mismo, húmedo y sucio.

¿Fetiche o parafilia?

En el sexo cualquier fetichismo se puede llevar al extremo. El splosh no incluye fluidos corporales, pero los amantes de la escatología utilizan el semen o las heces para ser embadurnados. Si de ahí pasamos a basura, heces de animales, sangre u otros elementos de escaso gusto estético, entonces el fetiche derivaría, en mi opinión, en una parafilia que un psicólogo debería tratar.

Podríamos decir que el fin justifica los medios si a la hora de elegir un producto para untar este es comestible. Por ejemplo, no veríamos raro que alguien limpiase con su lengua las zonas manchadas con jugo de frutas, de leche condensada o de crema en otra persona.

Cuidado, no es conveniente usar elementos demasiado ácidos o corrosivos, pues pueden provocar daño en la piel. Esta práctica se puede realizar en soledad, pero lo normal es que se haga en pareja, pues se establecen nuevos vínculos y despierta emociones que parecían haberse perdido con el tiempo o la monotonía. Lo cierto es que el fenómeno splosh está irrumpiendo con fuerza y cada día son más las personas que innovan mezclando dos de las principales fuentes de energía de los seres humanos: la comida y el sexo.