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Abril de 2024
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Dos años de frustraciones: en Boca, nada para recordar

La eliminación a manos del archirrival clausura otra temporada huérfana de títulos; a pesar de gastar 11 millones de dólares en refuerzos, sumó fracasos en todos los frentes; Arruabarrena, con un plantel que no armó, hizo lo que pudo.

28/11/2014

Si suceder a Carlos Bianchi era una mochila muy pesada, mucho más complejo podía resultar construir una estructura con herramientas ajenas. Y eso, en definitiva, terminó por pagarlo anoche en el Monumental. El Vasco Arruabarrena, en tres meses de mandato, encastró las piezas con la mejor disposición, buscó que el cuadro tuviese sentido, pero es imposible conseguir que tenga la impronta de su conductor cuando no tuvo la chance de elegir cómo y con quién dibujarlo. Porque es verdad que llegó a la semifinal de la Copa Sudamericana, que todavía le queda un hilo de vida en el certamen doméstico, pero el golpe que anoche recibió en el Monumental fue el cierre más doloroso para un ciclo que comenzó hace casi dos años de la mano de Carlos Bianchi y que intentó enderezar Arruabarrena, pero colisionó de la manera menos deseada, justo ante el enemigo eterno.

Era una prueba, era una apuesta y como todo lo que se hace desde la urgencia se corre con riesgos. Se asumieron, claro. Boca pasó de ser un equipo sin rumbo, identidad ni carácter, a tener personalidad, mostrarse contundente y encontrar la frescura que le faltaba. Arruabarrena le encontró sentido a las llegadas de Meli, Chávez y Calleri. Pero no pudo solucionar problemas de base. La falta de una sólida estructura defensiva, y de un futbolista que pudiese darle juego al equipo, más allá de algunos destellos de Gago. Lo sufrió desde su desembarco y confundieron los goles ante Cerro Porteño -por la Sudamericana- y el triunfo (3-1) ante Independiente por el certamen local, pero el problema siempre estuvo ahí, a la vista. De hecho, Boca terminó el superclásico con buena parte de los jugadores que adquirió para este proceso: Gigliotti, Calleri, Meli, Chávez (entró por Fuenzalida), Carrizo y Castellani, más Trípodi (en el banco).y Chiqui Pérez. En todos los refuerzos, Boca invirtió 11 millones de dólares, pero esa apuesta no tuvo réditos, pues el año se cierra ausente de alegrías.

Se le vino encima el Monumental, y lo que podía ser un cierre perfecto y una recuperación fenomenal, es la confirmación de que algunas determinaciones que se tomaron antes del desembarco de este cuerpo técnico son el costo que se pagó anoche ante River. Sin referentes en el plantel, con miradas de reojo sobre algunos jugadores que pretenden quedarse con el liderazgo del vestuario, ahora deberá terminar Boca un 2014 tan oscuro que no le permite ver el horizonte. Porque arrancó la segunda mitad del año mirando hacia la Copa Argentina, el torneo local y la Sudamericana. En el certamen federal se quedó afuera en el debut ante Huracán; en el torneo desaprovechó oportunidades increíbles, y en la Copa, anoche, se estrelló contra el rival menos deseado: River.

La última final internacional fue el 2012 con Julio Falcioni como DT, ante Corinthians, que perdió en San Pablo, la noche del "estoy vacío" de Riquelme. La revancha, si llega, deberá esperar a 2015, cuando vuelva a la Copa Libertadores. Pero, ahora, a Boca le duele una derrota que profundiza la llaga de un ciclo destinado al olvido.

LAS ÚLTIMAS DECEPCIONES

Torneo Final 2013: penúltimo. Estuvo 12 partidos sin ganar, su peor racha histórica.

Torneo Inicial 2013: terminó 7°, a cuatro puntos del campeón San Lorenzo.

Copa Libertadores 2013: cayó ante Newells por penales en los cuartos de final.

Copa Argentina 2013: perdió 3-1 con All Boys en los octavos de final

Torneo Final 2014: subcampeón, a 5 puntos de River

Copa Argentina 2014: eliminado por Huracán (2-0) en 16avos de final

Fuente: La Nación