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Revista

Guía rápida para encontrar los mejores precios en el súper

Las promociones complican la comparación y no siempre el envase más obvio es el más barato. Algunos consejos para darse cuenta. La salida al súper se ha convertido en un ejercicio permanente de matemáticas.

15/09/2016

Ir al supermercado puede convertirse en una buena oportunidad para aplicar las matemáticas. Reglas de tres simples, suma de fracciones, cálculos de enteros y sumas mentales son algunas de las operaciones que hay que hacer frente a la góndola si el objetivo es comprar al menor precio posible.

Los diferentes gramajes de los productos obligan a pensar en cuál de los envases está el precio más conveniente. La abundancia de ofertas del tipo dos por uno, la segunda al 50 por ciento, o la tercera al 25 complica la comparación simple. A veces, ayuda la cartelería que indica cuál es el precio más barato. Tienen la obligación –según la resolución 7/2002 de la Secretaría de la Competencia, la Desregulación y Defensa del Consumidor– de exhibir, además del precio de la fracción ofrecida, el precio por kilo o litro.

Muchas veces, eso no está. También pasa que lo más barato no siempre implica una opción ecológica más saludable. En algún momento, sea por demanda ciudadana o por exigencia del Estado, la industria y el supermercadismo deberán dar explicaciones y acabar con ciertas incoherencias que aparecen en la góndola. No siempre hay incentivos suficientes para elegir las opciones que impliquen menos envoltorios, menos plástico o menos telgopor.

Lo cierto es que si se quiere comprar bien hay que aliarse con las matemáticas. Y activar la máxima atención. Van algunos consejos en estas páginas.

Crema de leche

Ojo con los más grandes. El envase familiar debería ser el más económico. No siempre.

Muchas veces, el pote más grande cuesta más que varios chicos. Es ilógico, pero pasa. Por ejemplo, la crema de leche Tregar de 800 gramos en un súper estaba a 75,05 pesos, a razón de 93,81 pesos el kilo. El pote de 200 costaba 17,99: por cuatro potes chicos se pagan 71,96 pesos, tres pesos menos que si se comprara el de 800 gramos. Lo mismo con la Nido chocolatada instantánea: el envase de 720 gramos estaba a 105 pesos; 145,83 pesos el kilo. La versión chica, de 360 gramos, 49,90, a razón de 138,11 el kilo. Convenía más la chica. Lo mejor para poder comparar precios reales es mirar la unidad de medida que los supermercados están obligados a publicar a la izquierda de la etiqueta.

Dulce de leche

Atención con las ofertas que ofrecen el tercer producto gratis.

Una de las promociones más repetidas de los últimos tiempos por los súper e hipermercados para ganar volumen es el descuento en la segunda, tercera o cuarta unidad.

Eso implica que se obtiene un precio menor si se llevan dos o tres artículos iguales.

Eso obliga a mirar con cuatro ojos y repasar bien las promociones. En general convienen, pero como pueden pasar cosas absolutamente ilógicas hay que mirar con atención.

Por ejemplo, el pote de kilo de dulce de leche Milkaut se encontró a 54,30 pesos el kilo. El pote de 400 gramos estaba en oferta y, si se llevaban tres, el pote quedaba en 15,04 pesos.

Traducido, el kilo comprado de esta manera costaba 37,60 pesos, 31 por ciento menos que comprando el pote grande.

O, lo que es lo mismo, por un kilo y 200 gramos se estaba pagando 45,12 pesos: casi 10 pesos menos todavía que el pote de kilo por 200 gramos más.

A veces, sucede a la inversa: aun comprando tres unidades en oferta, sigue conviniendo más el envase familiar.

Por eso hay que tener cuidado al primer impulso que nos provoca el cartel de la promoción y sacar cuentas: no siempre conviene.

Choclo

Esos artículos funcionan como precio de referencia.

Cuando hay productos de Precios Cuidados, el artículo que está en el plan funciona como precio de referencia para el resto. Los productos que están en el Precios Cuidados son de marcas líderes y se ofrecen algo más abajo que el resto. Otras empresas de primera línea no pueden “escaparse” de ese precio y los productos de empresas más chicas tienen que ubicarse por debajo. A veces, aunque no se consigan, el efecto de “tapón” funciona igual. El choclo en lata de Arcor está a 17,73 pesos; 55,41 pesos el kilo. El Inca estaba a 60,20 pesos y el brasileño Oderich, a 70,93.

Galletas

A veces, las ofertas descolocan a las otras versiones del producto.

Este es el típico caso en el que la oferta descoloca a las otras versiones del mismo producto que ofrece la industria.

Por ejemplo, el pack familiar de galletitas Merengadas viene con tres paquetes que suman 279 gramos a 34,50 pesos.

Es decir, 11,50 cada paquete.

En promoción, estaban a 9,67 pesos si se llevaban cuatro paquetes (que podían combinarse con otras versiones de galletas).

Es decir que gastando casi 39 pesos (algo más que el pack familiar) se llevaba un paquete más de galletas. Algo difícil de calcular en el apuro con que se suelen hacer las compras.

Queso Senda

La foto que acompaña este ejemplo es del queso Senda feteado, que en góndola estaba a 136,99 pesos el kilo y en el mostrador, expedido en el momento, a 149 pesos.

No deja de ser un despropósito para quien lleva mucha cantidad: cuatro bandejitas, con sus respectivos papeles film, cuestan menos que si te llevás una sola con un kilo entero en el mostrador.

En general, fiambres y carnes son más económicos en la góndola, donde ya está empaquetado.

Es más barato porque son los propios repositores (que paga la industria) los que fetean y envasan, con la idea de no perder presencia en góndola.

En cambio, el del mostrador es un servicio del supermercado, que hay que pagar. ¿Por qué hacerlo?

Podés mirar, elegir bien el corte y pedir que te lo desgrasen, siempre y cuando el carnicero tenga buena voluntad.

Mucha gente prefiere hacer la fila y esperar esta opción, ya que no confía en las bandejitas.

Limpiadores

Los “packs” deberían ser más baratos que otros envases. Pero...

No hay manera de recargar un envase de detergente sin hacer una verdadera chanchada.

Se chorrea, se desperdicia, no le embocás... ¿Para qué semejante esfuerzo si, encima, el envase económico es más caro?

No habrá manera de generar menos residuos si en góndola pasan cosas como estas: llevando tres detergentes CIF de 600 ml., pagás cada uno 24,89 pesos, a razón de 41,40 pesos el litro. Si elegís, en cambio, el envase económico (que es para hacer después la proeza de recargar el envase plástico) pagás 25,09 pesos por el pack de 450 ml, lo que supone el precio de 55,76 por litro... ¡35 por ciento más! que ese envase con el que no renegás y no cuidás el medio ambiente. Ejemplos de estos, en especial en limpieza y tocador, hay a montones.