Fue este mediodía del lunes. Se recibió un llamado anónimo.
Un llamado telefónico a la línea de emergencia 911 registrado a las 12:50 del mediodía obligó a desalojar el Senado por una amenaza de bomba. En el lugar tomó intervención la Brigada Antiexplosivos de la Policía Federal.
El personal policial dispuso medidas de seguridad y se abocó a revisar las instalaciones -con la ayuda de perros- para desechar la existencia de algún peligro real, según comunicó la Dirección de Prensa de la Cámara alta.
Si bien no había agenda programada, los senadores que se encontraban en sus despachos debieron abandonar las instalaciones, en el marco de un operativo de desalojo que se desarrolló de forma ordenada y sin mayores inconvenientes.
Como parte de las medidas de seguridad, se cerraron las puertas de ingreso al Senado y también se bloqueo el paso interno que comunica esa cámara con la de Diputados. Se trata del primer incidente de estas características en el Congreso.
A fines del año pasado, se había registrado una amenaza telefónica en la Casa de Gobierno, que luego resultó ser una falsa alarma.