La Justicia investiga a dos empleados de la firma a través de diálogos telefónicos y filmaciones en las que los dos acusados aparecerían llenando una bolsa con dinero.
Dos empleados de la firma Tarjeta Naranja habrían huído con $ 1.500.000. y soni intensamente buscados por la Justicia. La causa es comandada por la fiscal Aída Farrán Serlé, tras la denuncia de las autoridades de la empresa, en contra de un recaudador y un colaborador.
Al parecer, el ilícito sucedió la semana pasada, en los días dedicados a préstamos a clientes. La mayoría de los trabajadores logró concretar préstamos entre $ 180.000 y $ 200.000. Sin embargo, dos empleados provocaron sorpresa colectiva, al cerrar (cada uno) operaciones por casi $ 800.000; cifra considerada récord en la firma, con sus oficinas centrales en calle Pellegrini. Sin embargo, los empleados literalmente "desaparecieron". No se presentaron a trabajar nunca más.
Habrían registrado préstamos a nombre de clientes que nunca los solicitaron y se habrían quedado con el dinero.
En 24 horas, las autoridades de Naranja indagaron en las cámaras de seguridad. En ellas, se advertiría a los dos empleados llenando una bolsa con dinero chico; en tanto, los fajos más grandes eran acondicionados en mochilas. Sorprendida, la madre de uno de los acusados, al ver que su hijo dejó de ir a trabajar, habría concurrido a la empresa y al interiorizarse de lo sucedido.
Cuando se le informó de las sospechas, pidió que no se formule la denuncia y se comprometió en devolver el dinero.
Pero las autoridades hicieron la denuncia y los supuestos "empleados infieles" presentaron sendos pedidos de eximición de prisión. La investigación conllevaría efectos multiplicadores, complejos y de imprevisible final. Las autoridades de Naranja deslizaron que el "botín" estaría edificado en dinero retirado de la caja fuerte y de los préstamos a particulares.