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Revista

Descubren un dinosaurio con plumas de color "arco iris"

El plumaje iridiscente de este ancestro de las aves, que vivió hace 160 millones de años en China, recordaría al de los modernos colibríes.

17/01/2018

A priori, para nuestra imaginación alimentada con ficciones como Jurassic Park, no puede haber dos criaturas más diferentes que un colibrí y un dinosaurio. Pero el último fósil de terópodo –suborden de animales cuyos únicos descendientes vivos son las aves– encontrado en el noroeste de China recuerda, según los autores del hallazgo, a aquel grácil pajarillo: su plumaje no tiene nada que ver con lo que se había visto hasta ahora en la fauna de hace 160 millones de años. El estudio ha sido publicado en la revista Nature Communications.

Bautizada como Caihong juji (“arco iris con una gran cresta”, en idioma mandarín), la nueva especie prehistórica tenía el tamaño aproximado de un pato y, como se desprende del análisis, plumas iridiscentes que cambian de color según incide la luz del sol. Esta llamativa característica es compartida por varias aves modernas, y se ha podido deducir gracias al excelente estado de conservación del fósil. “Aunque he visto muchos dinosaurios emplumados antes, me han impactado las plumas hermosamente preservadas de este ejemplar”, ha declarado Xing Xu, paleontólogo de la Academia China de Ciencias y uno de los autores del estudio.
Una exhibición iridiscente

En concreto, los expertos han examinado con microscopio electrónico en 66 localizaciones corporales los restos de unas células identificadas como melanosomas, las cuales contienen melanina, sustancia responsable de la pigmentación en los animales y de que nos pomgamos morenos. Así comprobaron que los melanosomas de la cabeza, el pecho y ciertas partes de la cola del dinosaurio formaban una especie de lámina, al igual que ocurre con los colibríes actuales. En el caso de estas aves, otorga a sus plumas un brillo metálico y posibilita que descompongan la luz como un prisma. De todos modos, los paleontólogos advierten de que hacen falta estudios químicos adicionales para ratificar que efectivamente se trata de melanosomas, y no de, por ejemplo, bacterias, lo que invalidaría su hipótesis. De confirmarse, el atavío tendría funciones sociales o sexuales, para demostrar estatus o atraer a potenciales parejas, aunque de momento se desconoce su origen evolutivo exacto.

Caihong juji vivía en bosques, donde se alimentaba de lagartos y pequeños mamíferos. Además de su plumaje, también lucía una cresta ósea en medio de un cráneo que hace recordar a los también probablemente emplumados velocirraptores. Otra característica que llama la atención es la asimetría de las plumas de la cola, indicio de que estaba preadaptada para el vuelo, lo que convertiría a nuestro “dinosaurio arco iris” en el animal más antiguo con esta característica.