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Marzo de 2024
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Ocho señales de que tu cuerpo necesita desintoxicarse

Signos que indican que el cuerpo requiere de una dieta depurativa.

18/02/2018

Durante las vacaciones se suelen cometer excesos, es normal. No sólo es un periodo donde se liberan las obligaciones laborales y las rutinas del año, también es recurrente ser más flexibles con el régimen alimenticio.

Se descuidan los horarios de las comidas y es posible que aumente la ingesta de dulces, carbohidratos y frituras. Además de los aperitivos y bajativos que suelen acompañar las sobremesas y algunos atardeceres.

Por tanto, es importante -al finalizar este periodo- dejar atrás los excesos y estar atentos a eventuales señales de alerta que el organismo podría enviar para estar al tanto de nuestro estado de salud.

Se suelen ignorar síntomas que parecen inexplicables como estreñimiento, falta de energía y fuertes dolores de cabeza, pues como se alivian a las horas después no se justifica una visita al médico. Sin embargo, los síntomas podrían volver si no se elimina la causa original.

Las toxinas pueden emanar del entorno, algunos procesos metabólicos o de los alimentos. Existen órganos excretores -como el riñón, hígado y pulmón- que se encargan de filtrarlas del torrente sanguíneo y evitan que interfieran en la actividad de las células y los tejidos. Pero muchas veces, se sobrecargan sus tareas y, finalmente, presentan alteraciones que impiden su correcto funcionamiento.

De vez en cuando es necesario un proceso de desintoxicación, ya que se reajusta el balance interno del organismo y se promueve un adecuado estilo de vida sana. En esta fase se eliminan varias toxinas que pueden ser peligrosas para la salud.

Investigadores de Universidad de California Davis y la Universidad de California explican que modificando la alimentación y los hábitos de las personas, se puede contribuir a desintoxicar el cuerpo.

A continuación, algunas señales que podrían indicar que el cuerpo tiene demasiadas toxinas:

1. Cansancio constante o fatiga crónica: cuando existen exceso de toxinas, el organismo deja de producir glándulas suprarrenales, lo que produce un cansancio excesivo.

La fatiga es señal de que los intestinos acumulan una gran cantidad de alimentos no digeridos adecuadamente. El cuerpo trabaja el doble de sus posibilidades y consume demasiada energía.

En este caso es fundamental comer menos y evitar comidas nocturnas demasiado pesadas. La dieta debe incluir vegetales y frutas, evitando estimulantes como la cafeína y la taurina.

2. Sobrepeso o aumento de peso: si estas intentando perder peso y no estás dentro del rango adecuado de masa corporal, puede ser que estés frente a un exceso de toxinas, ya que este hecho hace que tu metabolismo esté más lento.

La desintoxicación permitirá reiniciar el funcionamiento de los sistemas principales, removiendo los desechos y controlando el exceso de inflamación.

Se pueden incorporar batidos verdes basados en pepinos, cilantro y limón. Luego, se debería seguir una rutina de alimentación lo más natural posible y realizar alguna actividad física para ayudar a eliminar la totalidad de toxinas.

3. Dolor de cabeza o cefaleas recurrentes: si el dolor de cabeza aparece sin una razón aparente y de forma esporádica, es posible que se relacione con la acumulación excesiva de toxinas en el cuerpo. Sin embargo, si se padece de manera recurrente es mejor consultar con un médico.

Los añadidos químicos de algunos alimentos, las partículas ambientales y las sustancias volátiles de ciertos perfumes podrían ser causas de esta reacción.

4. Aparición de acné: La piel es la primera en reaccionar ante toxinas en el cuerpo. Y cuando se acumulan en la piel son eliminadas mediante la sudoración, sin embargo cuando existe un exceso de ellas suelen aparecer irritaciones o acné.

Del mismo modo, se pueden notar los ojos más hinchados y un poco de retención de líquido.

5. Insomnio: la acumulación excesiva de toxinas puede estar relacionada con trastornos de sueño o problemas para dormir.

Estas partículas, que se encuentran en el torrente sanguíneo, afectan los procesos que se encargan de liberar las sustancias que inducen al sueño.

Lo normal es que la melatonina regule el sueño. Pero un exceso de toxinas reduce la cantidad de melatonina que se libera y evita un sueño natural y relajante.

Una consejo sencillo de lograrlo es tomando jugos y ensaladas que tengan como base el brócoli y la coliflor. Antes de dormir se puede tomar una infusión para relajarse, de manzanilla, canela o una mezcla, como durazno y canela. Evitar usar azúcar.

6. Indigestión o estreñimiento: cuando existe un consumo excesivo de grasas y azúcares refinados, el sistema digestivo no funciona de manera adecuada.

Principalmente los síntomas son estreñimiento, inflamación, dolor abdominal y acumulación de gases.

Para hacer una correcta limpieza se debe reducir la cantidad de comida que se ingiere. Las ensaladas y los zumos de vegetales verdes son una buena idea. Asimismo, se debe aumentar el consumo de alimentos altos en fibras naturales y agua.

7. Ictericia: es una condición que se caracteriza por el color amarillo de la piel y los tejidos mucosos.

Se produce cuando no se puede remover por completo las toxinas y suele producirse debido al consumo excesivo de algunos medicamentos que alteran el funcionamiento normal del hígado.

8. Halitosis: su aparición tiene vínculo con las dificultades de los órganos excretores para remover toxinas.

Si nada permite eliminar por completo este problema, lo ideal es adoptar una alimentación depurativa, rica en frutas y vegetales.

Algunas recomendaciones para desintoxicar el cuerpo son las siguientes:

  • Mantenerse hidratado durante todo el día.
  • Consumir un puñado de nueces, una vez al día.
  • Agregar ensaladas y/o verduras cocidas, 3 veces al día.
  • Consumir sólo una pieza de fruta al día, preferiblemente frutas bajas en azúcar como las cítricas o los frutos rojos.
  • Ingerir, mínimo 2 veces al día, proteínas magras como pollo, cerdo, pescados y huevos.
  • Incluir un batido verde en la media mañana.
  • Evitar por completo los alimentos procesados como dulces, harinas refinadas, postres tradicionales y alcohol.