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Abril de 2024
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La mamá del niño sueco contó su versión de lo hechos: "No me dejan ver a mi hijo"

Luego de que la Justicia le diera la tenencia al padre, permitiendole que regresen a Suecia, la mujer detalló la otra campana en la lucha por la tenencia del pequeño y aseguró que en Europa no tienen lugar donde vivir.

18/03/2018

"Quiero lo mejor para mi hijo, soy su mamá, pido que me ayuden", fueron las palabras con la que María Belén García relató al diario El Liberal su versión del dramático momento que le toca vivir, en medio de la disputa por la tenencia del niño argentino-sueco que tuvo con Nicolás Andreas Aretis.

Desde el mes de diciembre del año pasado la vida de Belén se volvió un caos. "Y el motivo de todo fue porque le pedí el divorcio", expresó la joven madre en la Redacción del diario, acompañada por sus hermanos y cuñados. Visiblemente consternada por la dramática situación que vive, María Belén contó su versión de los hechos.

"Quiero aclarar que todos los dichos y hechos que Andreas ha instalado públicamente no son verdad, son falsos, y que sólo se ha hecho por conveniencia y estrategia legal, pero causando un gran daño, a mi hijo en primer lugar y a mi persona y es justamente por protección de mi hijo que no he salido a hablar en los medios de comunicación".

Según sostuvo la joven madre, "quiero que quede muy claro que es falso que viniéramos de vivir en Upsala, Suecia y que viniéramos a pasar las fiestas con mi familia, para luego retornar. Nosotros vinimos a vivir a Santiago del Estero, vinimos para quedarnos aquí, a establecernos, para vivir mejor, para que mi hijo viva mejor y para que yo termine mis estudios que interrumpí cuando fuimos a vivir a Europa, que me quedaba poco para recibirme de abogada".

"La prueba más clara de lo que estoy señalando es que ni bien llegamos a Santiago los tres volvimos a renovar los documentos de identidad argentino -Andreas tiene documento argentino desde el año 2005 y mi hijo y yo somos argentinos- y establecimos nuestro domicilio en esta provincia", remarcó la joven madre.

Además, expresó que "es mentira que vengamos desde Suecia, nosotros venimos de vivir en Berlín, Alemania, donde estábamos pasando una situación precaria desde hace cuatro meses, donde Andreas estaba sin trabajo, estábamos sin casa, sin muebles, vivíamos en un hotel, con las pocas pertenecías en unas cuantas valijas, ya que cuando Andreas decidió vender el departamento que teníamos para emigrar de Suecia, todos nuestros muebles y pertenencias se regalaron, vendieron o tiraron, conservando lo mínimo en valijas. Incluso mi hijo asistía al sexto grado en la escuela en Berlín y no en Suecia".

María Belén remarcó que el problema principal que motivó la separación con su esposo fue "un problema de salud que padece mi hijo que suponen un grave riesgo para su vida y su integridad física, y necesita ser atendido para mejorar su salud -esto no es una suposición mía, sino que está diagnosticado por un profesional-, pero Andreas que tiene una gran ascendencia sobre el niño, niega o minimiza el problema, lo que agrava más la situación y el riesgo".

"Siempre he querido lo mejor para mi hijo, es lo que busco y no otra cosa, él no está bien, quiero ayudarlo, pero el padre no solo niega el problema y no me permite hacerlo, sino que ahora con todo esto que hace acrecienta el problema y lamentablemente he hecho hasta lo imposible para evitarlo, pero me excede", sostuvo entre llantos.

Sin su hijo hace 10 días, con el riesgo de no volverlo a ver

"Lo que menos se ha considerado en el presente caso ha sido el interés del menor, ni su salud, ni su situación personal. Nada de nada. Siento que se le ha ocasionado y se lo expone a mayores daños", indicó María Belén.

Entre lágrimas, la mujer sostuvo que "la Justicia había dispuesto un régimen de comunicación, pero el día 9 de marzo cuando fui a buscarlo a mi hijo en el hotel donde se aloja el padre, éste lisa y llanamente me lo negó, se burló y me impidió desde ese día y hasta la fecha volver a ver a mi hijo, expresando en esa oportunidad que no tenía que dármelo más que ya había hablado con el abogado". Tras la negativa de su ex pareja de dejar ver a su hijo, la mujer se presentó en la Comisaría Nº 1 del Menor y la Mujer y denunció el impedimento de contacto. "A pesar de haber realizado la denuncia no puedo ver a mi hijo", remarcó María Belén.

Antes de finalizar, resaltó: "La frutilla del postre es que se dispuso que la sentencia sea de cumplimiento inmediato, sin esperar a que esté firme y consentida. En Santiago del Estero y en esta cuestión la apelación suspende los efectos de la sentencia lo establece expresamente el Código Procesal Civil y Comercial que regula esta materia, no hay otra ley al respecto, no hay ley de restitución internacional de menores".