La Justicia puso la lupa en Luis Marcelo Villar, quien de beneficiario de una pensión apócrifa pasó a colaborar con un gestor.
En el marco de la investigación por una millonaria defraudación a Anses, llamó la atención el rol protagónico que tuvo una de las personas que percibió una pensión trucha. Se trata de Luis Marcelo Villar quien pasó de beneficiario a involucrarse en algunas gestiones.
A partir del vínculo que se generó con Cecilio Ibáñez, considerado el gestor y recaudador de la presunta banda que operó en el seno de la Anses. Al menos cuatro exempleados están procesados junto con Ibáñez, como miembros de una supuesta asociación ilícita orquestada para otorgar pensiones de manera ilegal, a personas que se "casaban" con jubilados fallecidos usando actas de matrimonio adulteradas. El negocio era cobrar el retroactivo y que estas personas saquen préstamos Argenta, dinero que se repartían entre los miembros de esta presunta banda.
Luis Villar fue procesado por el juez federal Guillermo Molinari por los delitos de defraudación en perjuicio de la Administración Pública y falsificación de instrumentos públicos falsificados en concurso real. Además le trabó un embargo por $2.500.000.
Entre las pruebas que hay en el expediente y que comprometen a Villar, están las declaraciones de Ibáñez y de Héctor Lucatelli, uno de los beneficiarios truchos detenidos que tuvo la causa. Lucatelli tiene un negocio de venta de repuestos de motos en Independencia al sur de la ciudad capital; allí trabaja o trabajó Villar.
Hasta ese local llegó en 2012 Cecilio Ibáñez, amante de las motos, y trabó una relación con Villar a quien ofreció una pensión por discapacidad.
La confianza entre ambos fue creciendo a tal punto que Ibáñez, según su declaración indagatoria, intervino en alrededor de siete trámites, "de personas que le presentó Villar". Y una de esas personas que el empleado de comercio le presentó al "gestor" y "recaudador" de la banda de la Anses, fue su propio jefe: Héctor Lucatelli.
Otra persona a la que Villar acercó documentación para que le consiguiera una pensión derivada trucha fue su expareja, Rita del Valle Lescano (también procesada).
Pero además, entre las pruebas documentales para acreditar convivencias y domicilio, los investigadores detectaron dos casos en los cuales se presentaron facturas comerciales "con el mismo número y mismo monto en pesos" y que habrían sido confeccionadas por Villar.
Cuando solicitó una ampliación de requerimiento de instrucción, para el Ministerio Público Fiscal (MPF), presentado por el fiscal federal Pedro Simón, "Villar, además de ser beneficiario prima facie espurio de una pensión derivada, habría sido el responsable de aportar dos facturas presuntamente apócrifas para la acreditación de domicilios en los trámites irregulares de pensión derivada. Su relación comercial y/o afectiva con Lucatelli Héctor y la documental agregada y detectada por la Anses lo vincula prima facie a la organización".
El MPF advirtió "que esta maniobra se concretó, al menos, en relación a los trámites de beneficios de pensión derivada que impulsaron los imputados Salvatierra Carlos Alberto y Jawahar Ángel Marcian".