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El hijo de Naidenoff había sido expositor de una charla TED

Joaquín, de 16 años, había sido expositor de Clubes TED el año pasado y había hablado de "cómo cambiar tu realidad".

18/06/2018

La esposa del senador radical Luis Naidenoff, Cynthia, y el hijo de ambos Joaquín, de 16 años, fueron encontrados sin vida esta mañana en su casa de Formosa, a raíz de un escape de gas. El año pasado el adolescente fue orador en una charla de Clubes TED, evento que se realiza con el fin de difundir ideas que vale la pena compartir.

En el video se lo ve a Joaquín de jean y remera frente a una multitud. Es un adolescente solo en el escenario, que entró con paso firme y se plantó de cara al auditorio sin más que una sonrisa enorme. Sin titubear empezó a hablar de sueños lúcidos, la excusa, la forma de captar la atención del público.

En esa charla, "Cambiá tu realidad, dirige tu vida", Joaquín compartió -con o sin querer- además de un tema, su forma de ver la vida. "La cruda realidad en muchas ocasiones nos hace querer dejar de existir por un segundo, o al menos librarte o imaginarte de que ya no tienes responsabilidades o problemas un solo instante", interpela él, y se hace imposible no querer seguir escuchándolo.

"Por culpa de este problema, de que muchas personas no pueden cambiar su realidad y mucho menos afrontarla, terminan recurriendo a caminos como las drogas y el alcohol, intentando escaparse de esa realidad", se mete con temas que parecieran quedarle grandes a un chico de 16 años, pero que aborda con igual soltura que responsabilidad.

"¿Qué podemos hacer nosotros para cambiar nuestra realidad?", interroga después antes de resumir la respuesta en una palabra, a la que él mismo pareciera venir haciéndole honor desde el momento mismo en que subió al escenario: "actitud", dice, y vuelve a sonreír.

"La actitud es la base de todo para poder sobresalir y cambiar aquellas cosas que no nos gustan en nuestra vida, es mucho más sencillo de lo que parece", dice mirando a los espectadores, y habla de dos caminos, "el del holgazán"  y "el del batallador". Después, lejos de dar respuestas, plantea una pregunta: "¿Vos qué camino elegís?".