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Abril de 2024
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Policiales

Maira sobrevivió a hachazos en la cabeza y declaró contra su agresor

Maira Rodríguez declaró contra su expareja, quien intentó matarla a hachazos. Realizó un desgarrador relato del ataque y las secuelas que sufre.

20/06/2018

Maira vive para contarlo.

Maira vive para ponerle voz al horrendo ataque que sufrió a manos de su expareja.

Maira Rodríguez sufrió el ataque a hachazos de parte de su expareja en diciembre del 2015.

Ella pasó mucho tiempo internada hasta que se recuperó y pudo seguir con un tratamiento para tratar de recuperar su movilidad.

El lleva detenido desde ese momento y podría recibir de condena hasta 30 años de cárcel.

Dramático testimonio

Miara ingresó a la sala de Tribunales acompañada por un familiar. La sostenía de un brazo. Es que entre las secuelas, físicas y psicológicas, el lado izquierdo de su cuerpo ya no responde de la misma manera: arrastra un poco su pie, no tiene fuerza en su brazo y la visión periférica la perdió.

Ante el Tribunal Maira comenzó a detallar como fue el ataque y como aún hoy, cuando siente el ruido de una moto acelerando a su espalda, se horroriza pensando que es “Joshelo” Ulloa que viene a atacarla.

“Cuando ando por la calle y siento que viene una moto por atrás, siento una desesperación, se que es él” dijo Maira al Tribunal con la voz quebrada y al borde del llanto.

Luego agregó “grité es “Joshelo”, subimos a la vereda y él me ataca, me da un golpe y me tira al piso. Yo pedía ayuda, que lo saquen de arriba, el no salía y con sus rodillas me apretaba aquí (mientras pone su mano derecha en el pecho cerca del cuello). Pedía sacámelo, sacámelo, sacámelo, pero nadie me ayudaba y después sentía que ya no podía respirar”.

Las heridas que sufrió en la cabeza Maira la dejó al borde de la muerte.

“Cuando me desperté no tenía noción de donde estaba. Estaba en el Regional. Le dije me robaron que no, por eso estoy aquí y mi mami me dice si” contó cobre como fue cuando recobró la conciencia.

“Me toqué y tenía toda la cabeza vendada” expresó sobre como se encontró a si misma.

Recuperación

En los largos días que tuvo que pasar internada, Maira nunca dejó que caiga su esperanza y su alegría. Esa alegría que tenía cuando bailaba folclore, música que la acompañó en su recuperación y que los diferentes trabajadores del hospital le acercaban al verla luchar para salir adelante.

“Siempre estuve contenta, pedía que me pongan folclore y yo aplaudía así en la panza (mientras mueve su mano derecha en además de golpear su estómago), siempre estuve contenta” y que los guardias de seguridad también le traían “guarachas” para motivarla a seguir adelante.

Secuelas

“Cadera, rodilla y pie, eso me dice la kinesióloga”indica al Tribunal sobre las partes de su cuerpo del lado izquierdo que no volverán a estar como antes del ataque.

“El brazo lo muevo pero no tengo fuerza. Tengo visión hacia el frente, pero no lateral, por eso me ando chocando las cosas” resume Maira sobre como afectó su físico el ataque.

Pero las cicatrices que no están visibles, son las emocionales, esas que le hacen temer salir sola a la calle y que cada ruido de motocicleta la hagan sobresaltar.

Mientras tanto “Joshelo” Ulloa sigue esperando su sentencia sin mostrar rasgos de arrepentimiento, según la pericia psicológica que le hicieron.